En el Gran Santo Domingo las calles comenzaban ayer a recobrar la normalidad luego haber quedado con sus principales vías casi desiertas por la gran cantidad de personas que viajaron a las provincias en el asueto de la Semana Santa.
Mientras el polígono central de la capital acusaba la ausencia mayoritaria de sus moradores y visitantes, en los barrios primaba un ambiente de grupos de personas jugando dominó y otros entretenimientos.
En algunos sectores, como Cristo Rey, Villa Juana, Villas Agrícolas, Espaillat, Simón Bolívar y La Fe, todavía se veía una gran cantidad de piscinas improvisadas en plenas calles, con personas de todas las edades que se daban sus chapuzones para combatir el calor.
En la provincia Santo Domingo el ambiente no era distinto; muchos de sus habitantes se quedaron en sus hogares y durante todo el día se dedicaron a compartir entre amigos y familiares unos tragos de cerveza, ron o whisky, así como una mano de dominó.
Otros, en cambio, se fueron con sus hijos para los diferentes parques de diversión a disfrutar el último día del asueto.
En los templos católicos se percibía mayor concurrencia que en un domingo común, por celebrarse la resurrección de Jesús.
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