De ser gran productor de buena yuca, plátano criollo, ñame y batata es la fama que ha tenido desde aproximadamente medio siglo el municipio de Moca, perteneciente a la provincia Espaillat.
El hecho de que el suelo de esta localidad, y toda la provincia a la que pertenece, se considere altamente adecuado para el cultivo agrícola, según pasados estudios auspiciados por la Organización de los Estados Americanos (OEA), da una idea del sitial que ocupan, en términos de calidad, en el mercado en el que compiten.
Por ese motivo, e identificando el provecho que pueden sacársele a la comercialización de sus productos, los miembros de la Asociación de Productores Agrícolas de la Provincia Espaillat (Apape), han considerado la posibilidad de incurrir en la comercialización de sus productos, especialmente la yuca parafinada o enserada.
Esta es una práctica nueva para ellos, según explica Bernard Ureña, miembro de la directiva de Apape, quien explica que antes “no habían tenido fines comerciales, debido a la cultura, que es de mercado local”.
Comercio justo
Con la modalidad del “Comercio justo” y como asociación con 130 miembros comprometidos, Apape tiene la categoría de generar una venta asegurada, pues, se trata de una dinámica donde los compradores adquieren la mercancía agrícola por medio de productores organizados. Con esto se disminuyen los monopolios y se da apoyo a los pequeños comerciantes. ((Este municipio se está enfocando en llevar fuera de las fronteras nacionales sus productos agrícolas.
Los agricultores mocanos: 2 3 1 ‘Sembramos por pasión’
Cuando el 15 de mayo de 1980, el extinto presidente Antonio Guzmán Fernández inauguró en la entrada del mismo centro de la ciudad el único monumento que existe en la República Dominicana dedicado al agricultor, inició oficialmente la denominación que hasta el momento sostienen: productores en cantidad y con calidad.
La Plaza del Agricultor
Norberto Fajardo, miembro de la directiva de Apape, resalta que este monumento se realizó con el objetivo de que se rinda homenaje al agricultor dominicano.El acto conmemorativo se efectúa el 15 de mayo de cada año.
“Es un día que está institucionalizado aquí en el pais, y nosotros siempre hacemos una misa en conmemoración a ese día en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, y luego vamos a una ofrenda floral al Monumento del Agricultor; ahí nos acompañan los ministros de agricultura. Nos han acompañado los presidentes en varias ocasiones; es un acto muy conmemorativo, donde se reúnen todas las asociaciones del sector”, expresa Fajardo.
“Se ha venido trabajando con el gobierno municipal, con los ayuntamientos, y a manera de estimulación, se hace reconocimiento a productores destacados”, subraya Bernard Ureña, quien es parte de la directiva de la entidad.
Resalta que los agricultores siembran por pasión, y por producir los alimentos que las personas consumen, pero que en su proceso tienen varios elementos en contra, los cuales les afectan.
En este punto, menciona el crecimiento poblacional, pues, aunque reconoce que es “indetenible”, entiende que si las autoridades involucradas se aunaran con el sector, pusieran algunas trabas que dificulten la urbanización desconciderada.
Como sector, están trabajando en la denominación de origen o marca país, para que cuando las personas en el extranjero compren los productos mocanos, sepan y los identifiquen, y así se evite la situación que se da en Santo Domingo, donde en numerosas ocasiones la gente cree que come yuca mocana, y es “yuca pintada”, es decir, untada de tierra negra proveniente del municipio cabecera de Espaillat.
Más de nueve décadas
La importancia de organizarse es un hecho que los comerciantes de la provincia Espaillat entendieron a cabalidad; por esa razón, desde el 1926 formaron la Asociación de Productores Agrícolas Provincia Espaillat (Apape), con fines asociativos, de educación y fomento.
En este sentido, Julio Abreu Cáceres, actual presidente de la entidad, explica que la visión que llevó a que se formara la asociación fue la de comercializar y darle salida a lo que se producía, sin embrago, el enfoque del momento es a gran escala, sin dejar de lado el tipo de comercialización local que ha venido haciendo. Se refiere a la exportación de yuca hacia los Estados Unidos, “para poder rescatar ese mercado étnico que tenemos allá”.
Diferencias
Ureña refiere algunos de los elementos que considera son los que hacen especiales a los productos de la zona. “El plátano criollo es el mejor plátano al momento de madurar, aunque hay otras variedades, a la hora de consumir el plátano amarillo, es el mejor. Las otras variedades que también se producen para la línea noroeste no tienen ese dulzor y esa consistencia que tiene el plátano criollo nuestro, porque no es de reguío, es un plátano que se conserva en secano”, apunta.
Reconoce que en el caso de la línea noroeste, el plátano tiene una ventaja que es en cuanto a forma y crecimiento.