Científicos mexicanos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) de la ciudad de Irapuato, en el centro del país, aseguraron que lograron modificar genéticamente vegetales y frutos para tratar la tuberculosis y el virus del papiloma humano con solo consumirlos.
El objetivo, según los científicos, es que al momento de digerir vegetales y frutos como tomates y lechugas se inicie el tratamiento del mal, debido a que las propiedades del fruto modificado pasan al intestino y penetran en la circulación sanguínea produciendo anticuerpos.
El método, que hasta ahora ha sido solo probado en ratones, consiste en introducir genes de patógenos de los diferentes virus a las plántulas (plantas en proceso de crecimiento) para que al momento de que éstas crezcan produzcan frutos y generen los antígenos.
Estos antígenos desencadenan, de acuerdo con los investigadores, la formación de anticuerpos suficientes para ayudar a combatir diversas enfermedades al momento de ser consumidas.
"Trabaja de la misma manera que una costosa vacuna tradicional inyectada", explicó uno de los responsables del proyecto, Miguel Ángel Gómez.
Gómez y un grupo de científicos esperan tener listo en la segunda mitad de 2011 otros vegetales y frutos como plátanos, capaces de inmunizar a las personas, y curar o tratar otras enfermedades como la hepatitis C, el dengue e incluso la leishmaniasis.
El experto insistió en que este tratamiento es "100% eficaz" aunque no descarta que en casos específicos "se tendría que combinar con antibióticos para reforzarlo".
En este sentido, señaló que sólo esperan la autorización de la Secretaría de Salud de México (SSA) para poder administrar los vegetales y frutos a voluntarios humanos.
Las primeras pruebas se realizarán con pacientes infectados por el virus del papiloma humano (VPH), en el Centro Médico Nacional Siglo XXI y en el Hospital General de México.
Adicionalmente, se espera estudiar la tuberculosis en convenio con la SSA, con la finalidad de producir compuestos, por medio de frutos, que permitan reforzar las defensas del cuerpo para contrarrestar la enfermedad, "ya que últimamente se ha notado una resistencia de la bacteria a la vacuna tradicional", subrayó Gómez.
Este avance científico abre la posibilidad de "reducir un coctel de antibióticos administrados al paciente de tuberculosis o papiloma" agregó.
Además, la nueva técnica de inmunización, según los científicos, permitirá la producción de vacunas a un costo más bajo, elevará el número de dosis disponibles, facilitará su transporte y conservación y hará más eficientes las actuales campañas de vacunación, sostuvo.
El investigador, perteneciente al área de Ingeniería Genética de Plantas de Cinvestav, detalló que las pruebas realizadas en ratones resultaron positivas, ya que los roedores alimentados con estos tomates y lechugas generaron un sistema inmune
No hay comentarios:
Publicar un comentario