SANTIAGO DE CHILE.- Las dificultades económicas en Europa podrían afectar a las economías de América Latina y el Caribe tanto a través del canal comercial como por el financiero, según un estudio de la Cepal difundido este viernes. En opinión de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el alcance de estos efectos dependerá de la duración y magnitud de la crisis de la deuda en Europa.
En lo comercial, cabe esperar una menor demanda por las exportaciones de la región producto del debilitamiento de la demanda interna en los países de Europa, generado por el elevado desempleo, la mayor austeridad fiscal y la pérdida de valor del euro.
"La Unión Europea sigue siendo un socio comercial significativo para la región, pues es el tercer mercado de destino de sus exportaciones, captando más del 13% de los envíos en 2008", destaca el organismo internacional.
Sigue detrás de Estados Unidos, que recibe cerca de 40% de las exportaciones latinoamericanas, y del comercio intrarregional, hacia donde va el 20% de los envíos.
Según la Cepal, esta situación es todavía más sensible en América del Sur, donde las exportaciones se destinan en partes iguales a Estados Unidos y a la Unión Europea (18%).
Afirma que si se extiende la crisis europea y llega a afectar el desempeño de la economía global, las exportaciones de la región podrían experimentar una merma por efecto de la reducción de los precios de las materias primas.
"En lo que va de este año el precio promedio de las materias primas se ha contraído 3,3%, destacándose la caída en el precio de los alimentos (6,5%) y de los metales (2,6%)", detalla la investigación.
Añade que el precio del cobre se redujo en 4,7%, mientras que el del petróleo ha oscilado entre 75 y 85 dólares el barril.
Sostiene que la cautela con la que el consumidor europeo toma sus decisiones en este contexto de mayor incertidumbre también podría impactar a la región por la vía del turismo, considerando que varios países, especialmente en el Caribe, son importantes destinos vacacionales para viajeros de países desarrollados.
"Una reducción en el flujo de turistas afectaría una importante fuente de ingresos para países altamente dependientes del turismo", recalcó la Cepal.
Los flujos de remesas desde Europa podrían sufrir una desaceleración o incluso una posible caída, lo que impactaría significativamente a países como Ecuador, Colombia y Paraguay, que reciben una parte significativa de sus remesas desde ese continente.
Las dificultades en las remesas se explican por la situación laboral en uno de los principales mercados de destino de los inmigrantes latinoamericanos, España, país que atraviesa por una severa crisis de desempleo, con tasas apenas por debajo de 20%, mientras que para el promedio de la zona euro se mantiene en un 10%.
"Sin duda, el nuevo escenario que se desprende de la crisis europea encuentra a la región con un menor espacio fiscal para hacer frente a sus posibles impactos (déficit primario y aumento de la deuda del sector público no financiero), una aceleración de la inflación y presiones para la apreciación de las monedas, todo lo cual dificultará la acción y coordinación de políticas", apunta el comunicado.
A esta inestabilidad habría que sumar la que podría ser generada por la importante presencia de la banca española en la región, lo que fortalece los vínculos financieros con Europa, y de paso, a la posibilidad de contagio por esa vía.
En países como México, Chile, Paraguay y Perú la participación de los bancos españoles en el sistema bancario representa más de 20 por ciento del total de activos, concluye el organismo de las Naciones Unidas.
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