Amnistía Internacional (AI) recordó hoy que aún existen 17.000 personas en corredores de la muerte en el mundo y aseveró, en un manifiesto, que es "un asesinato premeditado y a sangre fría, a manos del Estado y en nombre de la justicia".
En ese manifiesto difundido en España con motivo de la conmemoración este domingo del Día Mundial contra la Pena de Muerte, AI opina que es "discriminatoria", "arbitraria" e irreversible", y considera que nunca se podrá eliminar el riesgo de ejecutar a una persona inocente.
"La pena de muerte es la negación más extrema de los derechos humanos", subraya el comunicado, leído por activistas de AI en un acto público.
En esa concentración celebrada en el madrileño Parque del Retiro, activistas de AI escenificaron cómo la "arbitrariedad" en la aplicación de la pena capital puede llevar a una persona a la muerte dependiendo del lugar en el que se encuentre.
Para ello, algunos activistas, entremezclados con el público, se desplomaban de repente entre la gente que disfrutaba de un paseo por el parque.
Posteriormente, personal de AI los recogía y amontonaba "a modo de fosa común" delante del escenario erigido por la organización.
A la conclusión del acto, los actores Roberto Enríquez y Carlos Hipólito se encargaron de leer el citado manifiesto, en el que AI también declara que la pena de muerte "se realiza de forma desproporcionada contra las personas económicamente desfavorecidas, las minorías raciales, éticas, religiosas".
No obstante, AI señala que en el último año se han dado pasos positivos en algunos estados para hacer que la pena de muerte "no sea sino un referente del pasado".
En este sentido, recuerda que países como Togo o Burundi se han unido a los países abolicionistas, una lista que ya agrupa a 95 estados.
Además, indica AI, otros países como la Federación Rusa o Mongolia han declarado una moratoria en las ejecuciones.
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