SANTIAGO DE CHILE.- El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció este miércoles que el rescate de los 33 mineros atrapados en el yacimiento San José durante 70 días "podría terminar hoy". "Se han acortado los plazos, porque la operación de rescate de cada minero tomaba una hora. Ahora estamos rescatando a tres mineros cada dos horas. Nos quedan siete u ocho horas de rescate, así es que el rescate puede que termine hoy", señaló Piñera.
"Yo me voy a quedar aquí hasta que saquemos al último minero", recalcó Piñera, quien afirmó que "la gran riqueza de nuestro país no es el cobre, son los mineros; no son los recursos naturales, son los chilenos".
Tranqulidad en el campamento
Los mineros van saliendo uno a uno. La cápsula Fenix 2 sigue bajando a las entrañas de La Tierra una y otra vez. Se golpea contra las piedras, se abolla, pero continúa sana y salva en su descenso a las entrañas terrestres.
Los familiares y los periodistas que habitan el campamento están cada vez más tranquilos, cansados, pero tranquilos. Todo está saliendo bien por el momento. Se ven caras largas, de cansancio. Son muchas horas de tensión.
El Campamento Esperanza va llegando a su fin. Los encargados de las municipalidades de Copiapó, Vallenar, Caldera y Tierra Amarilla limpian los restos ocasionados por la euforia de un salvamento único, inexplicable, surrealista, grotesco. Por las pantallas se ve a los mineros atrapados sin camiseta y en pantalón corto. En la superficie, de noche, hace un frío tremendo. Por el día, el sol calienta a más de 30 grados centígrados.
Evo Morales ha llegado hasta este rinconcito del Desierto de Atacama para saludar a su compatriota Carlos Mamani. Algunos, como Mario Sepúlveda, ya están en el hospital de Copiapó. Su padre, Mario Sepúlveda padre, se ve feliz, tranquilo. Se dirige hacia la cafetería de las municipalidades para tomar un refrigerio.
Durante las horas que dure el rescate estará vetado el acceso a la prensa. Los mineros y sus familiares firmaron un acuerdo de confidencialidad, que debe preservar su integridad y la de los suyos. El que quiera hablará y el que no, no.
"Estoy muy tranquilo, todo ha salido bien. Scarlette, Elvira, Mario y Francisco están muy bien, ya han bajado al hospital de Copiapó. Estamos pensando en irnos mañana, pero veremos a ver lo qué hacemos", dice el simpático y cariñoso señor.
Mario Sepúlveda padre tiene algo de miedo de volver a Parral, el pueblecito donde vive, a dos horas al sur de Santiago. Este huaso, hombre de campo, explica que en su pueblo todo el mundo lo espera para saber de él. "Me han contado que ayer había una pantalla gigante en la plaza, y muchos vecinos se han quedado toda la noche viendo el rescate".
Hacia la cafetería se dirigen también Carmen e Ignacio, la mujer y el hijo de Juan Illanes. Están felices. Juan fue el tercero en salir, sin embargo, siguen en el campamento, no tienen prisa por volver a casa, prefieren estar tranquilos en las tiendas para familiares y después ya verán.
"Estoy muy contenta y muy tranquila. Todo ha salido bien y no se puede pedir más. Hemos sufrido mucho, pero esto está llegando a su fin", explica Carmen. Su hijo Ignacio, ingeniero informático, también está contento. La familia entera está feliz.
Ya está en la superfice Yonni Barrios, el enfermero de los 33 mineros. Barrios también es conocido porque dos mujeres se lo disputan. Su amante Susana Valenzuela lo recibió con un abrazo mientras su esposa Marta Salinas había dicho antes que no asistiría al recibimiento.
Mientras, la prensa se pelea por tener la exclusiva. Decenas de cámaras rodean a los familiares de los mineros que rescatan en cada momento. Incluso se empujan y se enfadan entre ellos, forma parte de la profesión de periodista. El sol sube al horizonte. Empieza el calor en El Campamento Esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario