BRUSELAS.- Los ciudadanos de los veintisiete países de la UE retrasarán una hora sus relojes en la madrugada del próximo domingo, día 31, y pasarán al horario de invierno, una iniciativa que busca reducir el consumo energético.
El cambio de horario, que se efectúa dos veces al año, está regulado por una directiva (ley marco) europea de 2001, que fija como fechas para la modificación el último domingo de marzo y el último domingo de octubre.
Este cambio de hora comenzó a aplicarse de forma general y progresiva en los países europeos a partir de 1974, tras la primera crisis del petróleo, con el objetivo de lograr ahorro energético gracias al menor gasto en iluminación.
La Comisión Europea ha reiterado repetidamente que, aunque este ahorro no es muy grande, tiene su importancia. La CE decidió armonizar la fecha de inicio del cambio al horario de verano -que en un principio cada país decidía entre marzo y abril- para evitar desajustes en los medios de transporte que transitan entre varios países europeos.
Desde la entrada en vigor de esa directiva europea, todos los países de la UE deben proceder al cambio de hora a la 01.00 GMT, es decir, simultáneamente, lo que se traduce en una hora local diferente para cada huso horario.
Con el cambio del domingo, tres Estados miembros (Reino Unido, Irlanda y Portugal) se colocarán en el horario GMT, mientras que España, Austria, Bélgica, la República Checa, Dinamarca, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Luxemburgo, Malta, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia y Holanda pondrán sus relojes a una hora más que la GMT.
Así, este grupo de 16 países, a las 03.00 horas de la madrugada del domingo se retrasarán los relojes a las 02.00 horas, con lo que la diferencia con el horario GMT volverá a ser de una hora. Por su parte, Bulgaria, Chipre, Estonia, Finlandia, Grecia, Letonia
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