PARIS.- Las huelgas contra la reforma de las pensiones proseguirán tras la votación en el Senado en Francia, donde este sábado se suspendieron numerosos viajes en tren por la falta de personal.
La situación en las refinerías seguía en calma. En Grandpuits, cerca de París, el prefecto volvió a ordenar el regreso al trabajo de los empleados.
Numerosos franceses inician este fin de semana las vacaciones de otoño (boreal). Los que tienen previsto emplear el coche tendrán que afrontar una limitación en el suministro de combustible y tal vez no lleguen a su destino.
El gobierno anunció que actuaría con firmeza para impedir que la economía francesa sufra mayores daños por las protestas. Los sindicatos sin embargo apuntan que se está socavando el derecho sindical.
Pese a las protestas masivas, el senado aprobó el viernes la reforma de las pensiones que impulsó el gobierno conservador del presidente Nicolas Sarkozy. El proyecto de ley tiene ahora que pasar por una comisión de la Asamblea Nacional y se prevé que a mediados de la próxima semana quede finalmente aprobada en el Parlamento.
El punto central de la reforma contempla prolongar la vida laboral. La pensión completa podrá comenzar a percibirse a los 62 años en lugar de a los 60, tal como se venía haciendo hasta ahora. Y quien no cuente con las suficientes aportaciones, tendrá que jubilarse a los 67 años. Hasta la fecha era a los 65.
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