Los mineros rescatados en Chile regresaban el viernes triunfales a los brazos de sus familias después de sobrevivir por más de dos meses en una mina colapsada comiendo poco y tomando agua contaminada, en una odisea que los hizo famosos alrededor del mundo.
De los 33 hombres, 31 fueron dados de alta del hospital donde se recuperaban desde que fueron rescatados el miércoles. Los tres primeros salieron el jueves y el resto fue enviado a casa el viernes en la tarde.
"Todo ha salido como lo estábamos esperando", sostuvo Jorge Montes, subdirector del hospital en la norteña ciudad de Copiapó, vecina a la mina San José.
Los mineros mostraban una asombrosa buena salud y vigor tras haber permanecido en las entrañas del Desierto de Atacama, en el norte de Chile, en una caverna húmeda, oscura y calurosa.
Vecinos emocionados los esperaron para festejar su vuelta a la vida.
"Muy bonito, muy bonito, gracias a todos", dijo un emocionado Mario Gómez, quien ha declarado además que no hablará, al menos por ahora, del infierno que vivieron dentro de la mina, especialmente antes de que pudieran tener contacto con el exterior y avisar que estaban todos vivos.
"Va a llegar un momento en que se va a saber todo, pero hay que tener paciencia y hay que esperar", aseguró el de más edad de los 33 al revelar al Canal 13 de Chile que cumplirá con una promesa que le hizo a su pareja cuando estaba a 700 metros de profundidad: casarse, lo cual hará el próximo 7 de noviembre.
Los sobrevivientes fueron rescatados el miércoles en un emotivo y eficaz operativo dentro una estrecha cápsula de acero que los extrajo por un ducto de roca sólida de más de 600 metros de las fauces de la mina de cobre y oro, en uno de los mayores hitos de supervivencia bajo tierra de la historia.
Dentro la mina, los trabajadores quemaron neumáticos para tratar de que los rescatistas vieran el humo, pusieron explosivos para ser escuchados, durante dos semanas comieron una vez cada dos días y tomaron agua contaminada de barriles de metal que se usaban para dinamitar.
Cuando fueron rescatados, los festejos se encendieron a lo largo de todo Chile. En la medianoche del jueves un desfile religioso, con agitados bailes y coloridos disfraces incluidos, recorrió las calles de Copiapó para terminar en el hospital.
Entre aplausos y abrazos, el boliviano Mamani -el único extranjero del grupo- fue recibido en su barriada en las afueras de la ciudad con un cartel que rezaba: "Bienvenido Carlos Mamani a tu humilde hogar". El minero dijo que solamente quería llevar una vida normal.
Pero va a ser complicado con la fama que ganaron luego de establecer una marca mundial de supervivencia bajo tierra.
DIAS DIFICILES ADELANTE
Los mineros se convirtieron en celebridades.
Al emerger recibieron ofertas de trabajo, invitaciones del Real Madrid y el Manchester United a ver partidos en sus estadios en Europa, iPods de parte del jefe de Apple, 10.000 dólares cada uno cortesía de un empresario local e invitaciones para viajar por las islas griegas en crucero.
Ahora productores y directores se disputan los escritos del sobreviviente Víctor Segovia -que fue registrando en papel la aventura desde el fondo de la mina- para llevar la hazaña hasta la pantalla grande.
En el hospital recibieron el jueves al presidente chileno, Sebastián Piñera, antes de que partiera el viernes en gira oficial por Europa. El mandatario -que ganó popularidad por el manejo de la crisis- los invitó a visitar la Casa de Gobierno el 25 de octubre y hasta los desafió a un partido de fútbol.
Incluso el Gobierno estudia la posibilidad de que la cápsula que extrajo a los mineros y fue fabricada en conjunto con la NASA dé la vuelta al mundo en una exposición itinerante sobre el histórico rescate.
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