SANTO DOMINGO, República Dominicana.- A propósito de la determinación mediante autopsia de que la bala que hirió mortalmente a la fiscal adjunta, Giselle Reyes, lo hizo de rebote, el viceministro encargado de Patología Forense de Salud Pública, Sergio Sarita Valdez, criticó el que autoridades adelantaran conclusiones.
Sarita Valdez aseveró que los juicios de valor externados por representantes del Ministerio Público contaminaron la investigación de la muerte de la magistrada reyes.
“Los muertos no mienten, hay que dejarlos hablar ya que se expresan a través d e autopsias, que cuando se hacen con rigor dejan en claro las circunstancias de sus muertes”, subrayó.
El reconocido patólogo forense observó que se ha generado un movimiento de opinión pública que condena de antemano al autor del disparo mortal, el sargento policial Augusto Luciano Familia.
Hablando en el programa Acción Matinal, por la emisora Supra 101.7 FM, criticó que la Comisión Investigadora convocara una rueda de prensa que estimó extemporánea, y dijo que de esa manera “se sancochó la pesquisa”.
Sarita Valdez considera que ante la premisa de “homicidio intencional” adelantada por los comisionados, será difícil que la Justicia pueda proceder con imparcialidad.
Los estudios forenses indican que la bala entró de “ricochet”, es decir, que originalmente no iba en dirección del cuerpo de la fiscal, sino que antes chocó en una superficie dura y se desvió hacía ella.
De acuerdo al peritaje, la capsula penetró por la espalda y al afectar los pulmones y la arteria aorta se convirtió en “mortal por necesidad”.
Sarita Valdez se quejó de que muchas investigaciones criminales se dañan en el país, “en unos casos por retener sus conclusiones más tiempo del debido, y en otros por sancocharlos”.
Insistió en que para que una investigación pueda ser catalogada como científica, “es un requisito indispensable atar todos los cabos antes de ofrecer conclusiones”.
Gisell Reyes, encarga de Delitos Sexuales de la Fiscalía del distrito Nacional, murió el pasado domingo cerca de su casa, tras comprar pizza junto al sargento Luciano, en la urbanización Eugenio María de Hostos, de Santo Domingo Este.
La Comisión Investigadora de la tragedia está integrada por representantes del Ministerio Público y por oficiales superiores de Policía.
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