SANTIAGO .-Una misión de Amnistía Internacional (AI) visitó esta semana el norte de la República Dominicana para investigar la muerte de presuntos delincuentes en supuestos intercambios de disparos con agentes de la Policía, informó hoy a Efe una fuente de los derechos humanos en la región.
El presidente de la Comisión de los Derechos Humanos en el norte, Dionisio Jérez, dijo que la delegación estuvo encabezada por la francesa Chiara Liguori e integrada por la española Carolina Román y otros miembros de la entidad.
De acuerdo con la fuente, la comisión de AI, que se encargará de redactar un informe de la situación, se mostró "alarmada" por los supuestos atropellos, abusos y asesinatos que comete la Policía en contra de ciudadanos de este país, "muchos de ellos indefensos".
El activista puso como ejemplo el hecho de que cuatro supuestos delincuentes hayan muerto en menos de 72 horas a manos de policías en la provincia de Santiago. Asimismo, explicó que la delegación de AI mostró preocupación debido a que desde el 16 de agosto cuando se produjo un cambio en la jefatura de la Policía, ha habido "un desmejoramiento progresivo" del respeto de los derechos humanos por parte de la entidad y que las ejecuciones extrajudiciales han aumentado "significativamente".
La Comisión de los Derechos Humanos en el norte presentó especialmente a AI el caso de Elías Valenzuela Pérez, un vendedor de flores de 21 años asesinado el lunes en Santiago por una patrulla de la Policía Nacional, luego de que se resistiera a ser requisado por los agentes alegando que éstos no tenían una orden judicial ni estaban acompañados de un representante del Ministerio Público.
Según testigos del hecho, la víctima estaba en la calle a la espera de un vehículo de transporte público cuando una unidad preventiva de la Policía Nacional fue a arrestarle por sospecha al encontrarlo parado en una esquina.
De acuerdo con la versión de estas personas, uno de los policías trató de requisarlo a lo que Valenzuela Pérez se opuso, lo que llevó a otro de los agentes a sujetarle por los brazos y a un tercer integrante de la unidad a dispararle por la espalda.
Los testigos aseguran que los agentes colocaron un arma de fuego al lado del cadáver de Valenzuela Pérez para aparentar que se trató de un intercambio de disparos. Jérez lamentó que a pesar de que hay testimonios "contundentes" de que la víctima no era delincuente, no portaba arma de fuego "y que fue ejecutado sin ninguna justificación", la Policía en el Cibao Central (norte), en vez de investigar a los agentes decidió encubrirlo.
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