Santo Domingo.-“La misma pela”, “lo mismo de todos los años” y “el gobierno no cumple sus promesas”, fueron algunas de las exclamaciones hechas este domingo por moradores de los barrios La Barquita, Gualey y Los Guandules, quienes sufrieron la embestida que dejaron los aguaceros y los ventarrones de la tormenta Tomás en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo. Las escenas que se presenciaron en los alrededores de los mencionados barrios eran desoladoras y en los rostros de las personas se reflejaban la tristeza y la impotencia al entender que en cualquier momento volverían las lluvias y tendrían que buscar nuevamente refugios para salvar la vida y los ajuares de su hogar.
Entrevistados por periodistas de El Nuevo Diario los entrevistados expresaron su inconformidad porque las autoridades competentes no acudieron en su ayuda y sólo se limitaron a exhortarles a que salieran de sus hogares y acudieran a los albergues para evitar tragedias.
Dijeron que ese es el tema de todos los años en tiempo de lluvia y que los funcionarios se acercan a las zonas de alto riego cuando hay inundaciones “para hablar mentiras, tomarse fotos, grabar en televisión y después no vuelven más”.
En el sector La Barquita, específicamente del lado del sector de Sabana Perdida, residentes también se quejaron de los medios de comunicación, porque, a su entender, sólo entrevistan a las familias que viven del lado de Los Mina, y se olvidan de ellos, quienes también están sufriendo los problemas que dejan los aguaceros.Aprovechando que en horas de la mañana salió “un poquito” el sol, moradores de los barrios Gualey, La Barquita y Los Guandules sacaron colchones, fundas de almohadas, sábanas, sillas, muebles y ropas, entre otros ajuares, pero frente a sus viviendas por temor a que se los roben
Al observar la presencia de los periodistas de El Nuevo Diario pidieron a las autoridades acudir en su ayuda ante las constantes inundaciones que sufren cada vez que llueve en la zona.
La señora Matilde Rodríguez dijo que cada vez que llueve se pone nerviosa, porque su casa está ubicada en la orilla del río Ozama y teme por su vida si el río crece en horas de la noche cuando ella y su familia estén durmiendo.
De su lado, la señora Enerolisa Zapete manifestó que “yo vivo en una casa de concreto, pero está cobijada de zinc y cuando llueve es mejor salir, porque se mojan todos los trates y las ropas y tengo miedo de que me vaya a caer una tabla del techo”.
Resaltó que cada vez que hay una tempestad su familia tiene que socorrerse saliendo de la casa y yendo donde un vecino a esperar que pasen las lluvias, para luego retornar a sacar el agua de su vivienda y ver si pueden volver a habitarla
Aunque la tormenta Tomás se aleja cada vez más de la República Dominicana, la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) mantiene un alerta para 21 provincias debido a la posibilidad de que se produzcan inundaciones o derrumbes.
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