Sídney (Australia).- El motor Rolls-Royce del avión Airbus A380 de la aerolínea australiana Qantas, que hace un mes se averió en pleno vuelo, tiene un "grave defecto de seguridad" que podría llevar a un "fallo catastrófico" en el aparato.
Así lo afirma la investigación del Departamento de Seguridad en el Transporte Aéreo de Australia (ATSB), que hoy publicó sus primeras conclusiones sobre la avería que obligó a realizar un aterrizaje de emergencia en Singapur.
El informe indicó que una pieza mal alineada erosionó una tubería de aceite que terminó por romperse y provocar la combustión de fuel que desencadenó la explosión de uno de los cuatro motores del A380 de Qantas el pasado 11 de octubre con 466 personas a bordo.
"Si no se corrige ese fallo, habrá un riesgo elevado de que la misma tubería se resquebraje de nuevo, genere otro escape de aceite y otro fuego", añadió el documento.
También se produjeron fugas de combustible en los otros tres motores del avión de la compañía australiana.
Los expertos del ATSB opinan que la avería está relacionada con un defecto en la fabricación del motor Trent 900 por parte de la marca Rolls-Royce.
Hace dos semanas, Qantas anunció que el fabricante tendrá que reemplazar los Trent 900 de 40 aviones Airbus A380 por modelos que todavía está ultimando la empresa británica.
Decidió reanudar los vuelos de aparatos con otros motores mientras espera que lleguen los recambios y seguir adelante con el pedido de otras 14 unidades que había encargado al conglomerado europeo.
Otras aerolíneas afectadas como Lufthansa o Singapore Airlines mantienen en tierra sus aviones A380.
Se trata del primer problema técnico grave desde que hace tres años tuviera lugar el primer vuelo comercial el mayor avión de pasajeros del mundo, que puede transportar hasta 853 pasajeros en sus dos pisos.
El A380 mide 73 metros de largo y 24,1 de altura, con una envergadura de 79,75 metros, un peso máximo al despegue de 540 toneladas y un fuselaje de 308 toneladas
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