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SANTO DOMINGO.- La entidad denominada Alianza Contra la Corrupción (ADOCCO) dijo que ha recibido denuncias de que en el Banco Nacional de Fomento de la Vivienda y la Producción (BNV) se han impuesto “trabas” a inversionistas dominicanos y coreanos para establecer en Dajabón una planta de ensamble de vehículos de la marca Hyundai.
En una declaración que firma su coordinador, Julio César de la Rosa Tiburcio, indica que esta situación se registra no obstante el Consejo de Directores de dicho haber aprobado un préstamo, con los terrenos en garantía.
A su juicio, éste es sólo un ejemplo de las quejas que día a emiten inversionistas extranjeros interesados en radicarse en el país, que son canalizadas vía sus embajadas.
Entiende que esa práctica daña al clima de inversión de la Republica Dominicana y la coloca en desventajas frente a otras naciones del área donde sí se respetan las reglas.
"Cuando los gobiernos de países como España, Francia solicitan al gobierno dominicano garantía jurídica para las inversiones de sus conciudadanos, lo hacen por el conocimiento que toman de los chantajes a que son sometidos por parte de funcionarios que no siempre provienen del sector o área de la inversión a desarrollar’, señala.
Indica que esto ha motivado a que esos países desarrollen programas a través de donaciones y préstamos tendentes a organizar a las instituciones que deben velar por la transparencia y control, como se verifica en los grandes aportes que ha hecho la Agencia de Cooperación Española para el mejoramiento del sector justicia.
A su juicio, las denuncias hechas por la embajada estadounidense en el país obedecen a un ejercicio de la diplomacia de representar a sus nacionales y defenderlos “de las diabluras de los administradores del país”.
Señala que lo denunciado en un informe de la Embajada de los Estados Unidos, que acaba de filtrar el sitio de internet Wikileak, es una práctica recurrente de los funcionarios de los diferentes gobiernos que le ha tocado a la débil democracia dominicana, que se produce en los tres poderes del estado dominicano (Ejecutivo, Legislativo y Judicial).
“Cuando un inversionista atraído por las facilidades que dicen recibirán en el país para invertir llega a la Republica Dominicana, comienza a recibir todo tipo de trabas para que tenga que soltar cuartos”, agrega.
Dice que “algunos no obtemperan al chantaje, otros si, como fue el caso de los empresarios japoneses que en el último periodo de Balaguer le denunciaron a éste que para instalar una generadora de electricidad Mitsubishi tendría que dar un millón de dólares por debajo de la mesa, abandonado esos inversionistas el proyecto”.
Afirma que la situación es tan grave que ya hay inversionistas que vienen preparados con el maletín de la inversión y con el maletín de la extorción, produciendo una mala imagen para los verdaderos inversionistas.
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