El Diputado Carlos Gabriel García dijo que los legisladores del Partido de la Liberación Dominicana han convertido el Congreso Nacional en un sello gomígrafo del Poder Ejecutivo. Manifestó que la escogencia de los Miembros de la Cámara de Cuentas demostró que la independencia de los poderes no existe en la República Dominicana, porque la voluntad del Poder Ejecutivo ha predominado en todas las decisiones que la Constitución de la República le confiere al Congreso Nacional como primer poder del Estado. “ Para complacer al Poder Ejecutivo y ratificar en sus puestos a los actuales Miembros de la Cámara de Cuentas se violaron todos los procedimientos internos del Congreso Nacional con el deliberado propósito de dejar fuera de las ternas a los profesionales que obtuvieron las más altas calificaciones por parte de la Comisión Permanente de Cámara de Cuentas de la Cámara de Diputados” explicó
Indicó que resulta lamentable que el mismo día que el Presidente de la República se reunía en el Palacio Nacional con los funcionarios de su gobierno para anunciar algunas medidas destinadas a transparentar la administración pública, los senadores del PLD aprobaran una Cámara de Cuentas que ha merecido el cuestionamiento de los sectores más representativos de la sociedad dominicana.
Destacó que ese doble discurso sobre la transparencia que debe prevalecer en el manejo de los fondos públicos demuestra que al gobierno del PLD no le interesa el combate a la corrupción y que la impunidad seguirá estimulando a los funcionarios comprometido con la corrupción administrativa.
La Cámara de Cuentas, dijo, es el órgano de control fiscal de los recursos públicos, de los procesos administrativos y del patrimonio del Estado, como lo establece la Constitución, por lo que un gobierno dispuesto a combatir la corrupción pública nunca buscaría la designación de una cámara de cuentas complaciente.
El legislador del Partido Revolucionario Dominicano dijo que si la agenda del congreso nacional continua dominada por los puntos que solo le interesan al Ejecutivo como los préstamos, la aprobación de impuestos y la venta del patrimonio público a particulares, la imagen de ese poder del Estado sufrirá daños que pueden resultar preocupantes para la democracia dominicana.
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