BRASILIA (AP) — Dilma Rousseff asume hoy sábado como la primera mujer presidenta de Brasil y sucesora de uno de los mandatarios más populares de todos los tiempos en el país: Luiz Inacio Lula da Silva.
Rousseff, una ex guerrillera marxista, da inicio a su gobierno de cuatro años mientras Da Silva pone fin al suyo, de ocho años, en el país con el mayor territorio, la mayor economía y la mayor población de América Latina.
La mandataria electa hereda de Da Silva una nación en ascenso económico, político, social e internacional, pero afronta diversos desafíos internos en los aspectos de seguridad, infraestructura y educación.
El reto mayor para la nueva gobernante parece ser el carisma del propio Lula da Silva, quien concluye su gobierno con una altísima aprobación popular de 87%, según diversas encuestas.
"Dilma tendrá que satisfacer las altas expectativas de que el país se encuentra en una trayectoria ascendente y que la vida mejorará para el común de los brasileños", dijo Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, un centro de análisis político. "No será un desafío fácil".
Shifter dijo que podría ser difícil para Roussef mantener la marcha de los logros alcanzados durante el gobierno de Da Silva.
Durante el gobierno de Da Silva, el país sudamericano logró una disminución considerable de la pobreza, un gran crecimiento económico y una mayor influencia en el ámbito internacional.
Brasil, de 191 millones de habitantes, organizará la Copa Mundial de fútbol en el 2014 y los Juegos Olímpicos del 2016, para cuando se prevé que el país sea la quinta mayor economía del orbe.
Rousseff, de 63 años, llegó a la presidencia impulsada en la popularidad de su mentor político, Da Silva, aunque hace menos de un año era una tecnócrata de carrera poco conocida que jamás había desempeñado un cargo de elección popular.
La presidenta electa fue ministra de Energía de Da Silva antes de que se convirtiera en jefa del gabinete y cuya rudeza le ganó el mote de la "Dama de hierro"."Dilma representa una gran novedad en Brasil", dijo Alexandere Barros, analista político del grupo Advertencia Oportuna, que analiza los riesgos políticos y tiene sede en Brasilia.
"Antes, cada gobierno nuevo llegaba con su carga de gran incertidumbre. Era común el grito de que Brasil iba a la ruina. Pero ahora no, con Roussef, porque representa lo que ya conocemos".
En un malabar de personalidades, Dilma Rousseff fue guerrillera marxista y Da Silva, un obrero tornero. Roussef sufrió las torturas de la dictadura militar que gobernó bastante tiempo Brasil. Rousseff y Da Silva pertenecen al Partido de los Trabajadores.
El 31 de octubre, Roussef ganó la presidencia en segunda vuelta electoral en la que se impuso con claridad a su contrincante socialdemócrata José Serra.
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