SUIZA.-U ex agente financiero que se convirtió en espía para investigar los paraísos fiscales, ha desnudado ese método de evasión fiscal. Según un cálculo del Fondo Monetario Internacional la suma total de activos y deudas en paraísos fiscales es de alrededor de 18 billones de dólares, aproximadamente una tercera parte del Producto Interno Bruto Global.
La característica saliente de estos paraísos es la opacidad.
Y aunque la próxima publicación que hará WikiLeaks de la lista de un ex banquero suizo, Rudolf Elmers, promete revelar con nombres y apellidos los multimillonarios, multinacionales y bancos que usan el secreto bancario para evadir impuestos, el economista especializado en temas de desarrollo John Christensen comprendió, en la década de 1980, que la única manera de penetrar esa opacidad era trabajando desde dentro.
Como en una novela de espionaje, Christensen trabajó 16 años en la isla de Jersey, primero para una importante entidad financiera multinacional, luego como asesor económico del mismo gobierno.
Hoy es director de Tax Justice International (Justicia Fiscal Internacional), una ONG que lucha contra evasión impositiva global.
En entrevista con BBC Mundo explicó su historia y el funcionamiento interno de estos paraísos del capitalismo contemporáneo.
¿Cómo se convirtió en un espía?
En Tax Justice International consideramos que la City de Londres o el estado de Delaware en Estados Unidos son los paraísos fiscales más poderosos del planeta.
A fines de los 70 trabajaba para una organización caritativa, Oxfam, y nos preguntábamos qué pasaba con la ayuda que recibían los países pobres: ¿dónde estaba ese dinero?, ¿cómo se había invertido?
Una y otra vez encontrábamos dinero que fluía de países de África y América Latina al norte y siempre pasaban por los paraísos fiscales.
El fenómeno de los paraísos fiscales era relativamente nuevo. Se sabía muy poco y cuando uno quería averiguar se topaba con un muro de opacidad. Como nací en Jersey, no me fue difícil encontrar un trabajo allí.
Fue como entrar en un mundo de espejismos.
¿Espejismos?
El término paraíso fiscal da una idea equivocada de cómo funcionan estos lugares.
El rasgo saliente no es que sean lugares donde se pagan bajos impuestos sino que el nivel de hermetismo, secreto e inmunidad de estos lugares es tal que se pueden ocultar todo tipo de actividades ilegítimas, desde dinero del narcotráfico hasta compañías fantasmas y transacciones con precios trucados.
Paraísos fiscales y fideicomisos ("trusts")
• El fideicomiso es un antiguo instrumento legal inglés, el "Trust", ideal para la opacidad de los paraísos fiscales. El dueño de un bien le entrega el control de ese bien - un cuadro o una finca - a alguien para que se lo administre en beneficio de una tercera parte. Esto facilita el movimiento de grandes masas de dinero por una red de fideicomisos y compañías fantasma.
• El fideicomiso crea una companía en la que "invierte" este bien. Esa compañía a su vez invierte y paga servicios a compañías de otro paraíso fiscal que, a su vez, derivan las ganancias hacia una cuenta bancaria en Suiza o Lichestein que puede estar o no a nombre del dueño del bien en cuestión.
Esto hace que muchos paraísos fiscales sean pequeñas islas con muy pocos habitantes y una asombrosa proporción de compañías por habitante. Pero no es una cuestión de tamaño. En Tax Justice International consideramos que la City de Londres o el estado de Delaware en Estados Unidos son los paraísos fiscales más poderosos del planeta. Lo importante no es el tamaño: es el secreto bancario, la opacidad.
¿Quiénes son los usuarios de los paraísos fiscales?
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