San Juan, (EFE).- El cantante puertorriqueño José Luis Moneró, uno de los grandes boleristas y que perteneció a la orquesta del fallecido músico español Xavier Cugat, murió el martes por la noche a los 89 años en un hogar de ancianos por complicaciones de salud, se informó hoy.
Moneró, según cuenta una biografía de la Fundación Nacional para la Cultura Popular, inició su carrera musical en enero del 1938, cuando cantó “Noche de ronda” con la orquesta de Mario Dumont en el casino de Aibonito, localidad al centro de la isla.
El gran debut de Moneró le llegó días después de su actuación en el casino al presentarse en el Teatro Municipal del Viejo San Juan, conocido hoy como el Teatro Tapia.
Desde ese entonces, Moneró se abrió paso como uno de los principales cantantes y boleristas de su época al llenar los escenarios y hoteles de la capital uniéndose a otras orquestas locales.
“En aquellos tiempos me pagaban doce dólares semanales, de los cuales me quedaban seis después de pagar la pensión en la que vivía en el Viejo San Juan”, dijo Moneró en una entrevista a la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
“Aquellos bailes eran matadores. Teníamos que tocar todos los días desde las nueve de la noche hasta que se fuera el último cliente”, agregó Moneró.
Algunos de los éxitos de Moneró junto a la orquesta del inmortal Rafael Muñoz fueron “Di corazón”, “Enojo”, “Sin ti”, “Caminos de ayer”, “Muñequita linda” y “Espérame en el cielo".
Al igual que muchos de sus contemporáneos en plena década del 40, Moneró emigró a los Estados Unidos para establecerse en Nueva York, donde tomó clases de trompeta con el famoso músico estadounidense Charles Colin.
Tocó y cantó además con leyendas como Noro Morales y José Curbelo, hasta que un día fue reclutado por Xavier Cugat para cantar con su orquesta, con la que recorrió Europa, África y América. Varias de las reconocidas producciones de Moneró son “José Luis Moneró Sings”, “Doce canciones y un millón de recuerdos” y “Una noche en el Escambrón".
Su repertorio demuestra un dominio innegable de géneros como el pasodoble, la danza, el danzón y el mambo, pero fue en el bolero donde radicó la gran fuerza del cantante boricua.
En medio de toda su fama, en la década de 1960 combatió una de sus más importantes batallas- la guerra contra el alcoholismo. Moneró, voz perfecta para la bohemia, se sobrepuso y dejó el alcohol en 1964.
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