Masiva tormenta invernal deja temblando a los estadounidenses
HA SEPULTADO CONSTRUCCIONES BAJO LA NIEVE (AP)
MILFORD, Connecticut, EE.UU.
A su paso por el noreste de Estados Unidos, una enorme tormenta invernal trajo una combinación de hielo, nieve y lluvia que llevó a la región al borde de la parálisis, dejó a la gente temblando de frío y sepultó construcciones bajo la nieve.
Se pronosticaba una sensación térmica de hasta 40 grados centígrados bajo cero (30 Fahrenheit bajo cero) en el centro del país.
El meteoro descargó más de 60 centímetros (dos pies) de nieve, paralizó aeropuertos y dejó a conductores varados en el centro de Chicago. En buena parte de Texas regía una advertencia por hielo, en tanto persistía la nevada en Maine.
El suroeste del país, habitualmente soleado, no escapó a los embates de la tormenta: temperaturas bajo cero demoraron la ronda inicial del Abierto de Phoenix de golf y obligó a suspender las clases en partes de Nuevo México.
En Oklahoma, tres personas murieron al caer una camioneta de una carretera cubierta de nieve al río Spring. Las autoridades en el noreste había advertido a dueños de viviendas y negocios sobre el peligro de dejar nieve acumulada en los techos.
A medida que la tormenta de 3.200 kilómetros (2.000 millas) de extensión cubrió la región con hielo y más nieve, los pronósticos se cumplieron.
Sin embargo, no hubo heridos de gravedad. En Middletown, Connecticut, el tercer piso de un edificio cayó sobre la calle, que quedó regada de ladrillos y árboles quebrados.
En Long Island, Nueva York, cayó el techo de una gasolinera y lo mismo sucedió en un hangar cerca de Boston. Algunos lugares del noreste que han recibido en lo que va del invierno más nieve que en toda una temporada normal ya no saben dónde ponerla.
Decenas de millones de personas permanecieron en sus casas el miércoles. Los que salían a las calles debían luchar con médanos de más de un metro de altura en calles silenciosas.
Abrigos y antiparras reservadas para las pistas de esquí se volvieron esenciales para llegar al trabajo. Se atribuyeron a la tormenta por lo menos 12 muertes, entre ellas la de un desamparado en Long Island que murió quemado al tratar de encender combustible de cocina y una mujer de Oklahoma City cuyo trineo, arrastrado por un camión, se estrelló contra una baranda.
Las operaciones aeroportuarias se redujeron al mínimo, con 13.000 vuelos cancelados. Las escuelas públicas de Chicago suspendieron las clases por segundo día.
La emblemática ruta Lake Shore Drive reabrió al amanecer después que las cuadrillas trabajaron durante toda la noche para despejar la nieve. Los conductores habían abandonado cientos de vehículos en nieve que les llegaba al parabrisas.
Algunos conductores estaban furiosos porque la ciudad no cerró esa arteria horas antes. "En mis 31 años en la municipalidad, nunca había visto algo parecido a lo que vimos en Lake Shore Drive", dijo Raymond Orozco, el secretario de gabinete del alcalde Richard M. Daley.
"Pedimos disculpas a los cientos de personas que tuvieron problemas". En Texas, debido a la gran demanda durante la inusual tormenta de hielo, se aplicaron cortes parciales de electricidad incluso en Dallas, donde el domingo se jugará el Super Bowl, la final del campeonato de fútbol americano.
Los cortes no afectarán el Cowboys Stadium, donde se jugará el partido, dijo Jeamy Molina, vocera de la compañía eléctrica Oncor, pero sí afectarán a hoteles donde se alojarán los equipos.
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