París.- Los investigadores galos encargados de analizar las causas del accidente del avión de Air France entre Río de Janeiro y París en julio de 2009 mostraron hoy su confianza en encontrar los restos del aparato en una cuarta campaña de búsqueda que comenzará el próximo 18 de marzo.
"Tenemos los medios más modernos posibles para encontrar los restos y tenemos esperanzas serias y correctas de lograrlo", afirmó el secretario de Estado de Transportes francés, Thierry Mariani, durante la presentación a la prensa de la nueva campaña.
Valorada en algo más de 9 millones de euros, las nuevas pesquisas barrerán con medios acústicos los 10.000 kilómetros cuadrados todavía no explorados en el círculo de 17.000 kilómetros en los que se cree que pueden estar los restos del Airbus A330 accidentado el 1 de junio de 2009 con 228 personas a bordo.
Hasta el 8 de julio próximo, tres barcos de transporte de pequeños submarinos recorrerán esa zona y harán un barrido sistemático, indicó el director de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), Jean-Paul Troadec.
"Estamos prácticamente seguros que los restos del avión están en esa zona", señaló Troadec, quien indicó que el área fue establecido en un radio de 75 kilómetros desde el último punto en el que envió señales al avión antes de desaparecer de los radares.
Hasta ahora, las campañas lanzadas se habían centrado en zonas concretas establecidas a partir de las estimaciones en las que, según las derivas de las corrientes, había más opciones de que se encontrara el avión.
Pero Troadec indicó que el estudio de las corrientes de la zona ha mostrado que éstas son irregulares, lo que convierte en falsas las estimaciones efectuadas hasta ahora.
Como los investigadores están convencidos de que los restos no se encuentran en la zona barrida hasta el momento, se centrarán en el resto del área, comenzando por la zona más próxima a la última localización del avión, luego en el noreste para acabar en el suroeste.
En esta nueva campaña de localización será dirigida por la institución oceanográfica estadounidense Woods Hole, cuyo director, David Gallo, se mostró confiado en el resultado.
"Estamos convencidos de que nuestro protocolo de trabajo, en el que cada zona es rastreada dos veces, nos permitirá encontrar los restos del avión si están en ese área", afirmó.
Sin embargo advirtió de que será "una campaña ardua" ya que se trata de buscar "en la cadena montañosa más accidentada del planeta".
Antes de esta fase, que será financiada por Air France, propietaria del avión, y Airbus, su fabricante, se habían invertido ya 20 millones de euros en la búsqueda de los restos.
Los investigadores esperan que sea la fase definitiva, en cuyo caso destinarán nuevos fondos para remontar los restos hallados.
El director de la investigación de la BEA, Alain Bouillard, aseguró que el hallazgo de nuevo restos hará avanzar las pesquisas.
Hasta el momento, los investigadores han podido determinar que los pilotos del avión sufrieron una falta de información derivada de un error en las sondas de velocidad del avión, bloqueadas por el hielo.
Esas conclusiones son todavía provisionales y esperan ser completadas con el análisis de nuevos restos del avión, incluidas las cajas negras.
Por el momento, las conclusiones de la investigación han llevado ya a recomendar el cambio de las sondas de velocidad de los aviones.
Además, Troadec indicó que fruto de las pesquisas sobre este accidente se están incluyendo otras recomendaciones, como el alargamiento del periodo de emisión de señales de las cajas negras, o mejorar los sistemas de localización de los aviones accidentados.
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