El presidente de la República, doctor Leonel Fernández, trabaja silenciosamente las 24 horas en procura de su repostulación para los comicios presidenciales del año 2012, a pesar que la Carta Magna, en su artículo 124 le prohíbe optar por nuevo mandato.
El jefe del Estado es el primero que está consciente de esa situación y para lograr su objetivo buscara tener un control sobre el Tribunal Constitucional que legitime su reelección, una vez que tenga que emitir un fallo al respecto.
Igualmente, el presidente Fernández instruirá a algunos miembros del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) a que inscriban su precandidatura presidencial, propuesta esta que tendrá que ser llevada al comité político de la agrupación política para su ratificación.
Asimismo, está consciente de que él es la principal figura no sólo del PLD, sino también del país, porque se ha manejado con mucha inteligencia en sus dos períodos de gobierno, aunque ha cometido desaciertos que han erosionado su liderazgo, eso no le va impedir que intente repostularse.
Más aún cuando goza de mucha simpatía de una gran parte de la sociedad, principalmente en los sectores conservadores, y porque es un hombre que maneja sus encuestas y que sus numeritos le indican que se debe lanzar a buscar la reelección, pues de no hacerlo se expone a situaciones difíciles dentro y fuera de su partido como ha ocurrido con otra organizaciones que han estado en el poder.
Desde el año 2004, el presidente Fernández ha acumulado la mayor cuota de poder mediante el voto popular, lo que le ha permitido actuar con libertad para ejecutar sus políticas económicas, sociales y fiscales, entre otras.
Tiene el control, además del Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo y de forma parcial del Poder Judicial, aunque se encamina a tener el control total de este último, una vez que convoque el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) y escoja a los nuevos jueces que habrán de sustituir a los magistrados que ya pasan de los 75 años de edad de la Suprema de la Corte de Justicia (SCJ).Pero además, tendrá el control de las dos nuevas instancias establecidas en la Carta Magna, como es el Tribunal Constitucional (TC) que estará integrado por 13 jueces y el Tribunal Superior Electoral (TSE) que estará compuesto por 5 magistrados.
Se puede señalar, sin temor a equivocación alguna, que desde el extinto doctor Joaquín Balaguer hasta la fecha, nadie había acumulado tanto poder en la República Dominicana como el presidente Fernández.
Rafael Leonidas Trujillo logró tener ese poder durante 31 años, pero lo hizo bajo una dictadura, donde eliminó a sus principales opositores y otros se vieron obligados exiliarse para no ser encarcelados, torturados y asesinados.
En cambio, el doctor Balaguer lo hizo durante 22 años, pero aplicando casi los mismos métodos que utilizó Trujillo para tener el control de todas las instituciones del Estado, principalmente en los primeros 12 años, aunque después lo hizo de una forma democrática, porque los tiempos habían cambiado durante los ocho años en que gobernó el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que permitió las libertades públicas, liberó a los presos políticos y autorizó el retorno de los exiliados.
Esta vez, el doctor Balaguer compraba a sus opositores y en otras ocasiones aplicando el principio de Maquiavelo, divide y vencerá a tus enemigos.
El presidente Fernández sabe que está montado en un tigre, que si él se apea también se lo come, es decir, que en caso de no ir a una nueva repostulación, la mayoría de sus seguidores se irán apoyar al candidato que tiene mayor posibilidades de ganar las primaras interna de su partido, esto significaría decretar de un solo plumazo la soledad del poder.
Muchos de sus funcionarios y seguidores que están con él, en vez de atender sus Ministerios y ayudarlo a terminar su gestión de gobierno, se irán hacer campaña proselitista con el candidato que resulte ganador de las primarias, que pudieran ser unos de estos: Danilo Medina, Rafael Alburquerque, vicepresidente de la República, José Tomas Pérez, Francisco Domínguez Brito, Franklin Almeida Rancier, Radhamés Segura y Margarita Cedeño de Fernández.
Pero que en el caso hipotético de que uno de ellos gane la Presidencia de la República, entonces sus seguidores no les serían leales, sino al mandatario de turno a quienes rendirán lealtad a cambio de que los mantenga comiendo del pastel.
Pero además, pasará a tener todo el control de las instituciones del Estado que interiormente tenía su predecesor.
Igualmente, pasaría a tener un control mayor de la dirección del partido, temor este que está cruzando por la mente del presidente Fernández, al cual no quieres exponerse.
Otra posibilidad que tiene el mandatario es apoyar un candidato de su partido que le garantice que sus principales y fieles colaborares estén al frente de la mayoría de las instituciones del Estado, a fin mantener una cuota de poder a nivel del Gobierno, en caso de que este gane las elecciones nacionales del año 2012.
Tal como ocurrió en Brasil con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva que apoyó como candidata presidencial a una funcionaria de su gobierno como fue el caso de la a señora Dilma Roussef, quien resultó ganadora de los comicios presidenciales de su país. Su partido continúa gobernado la nación.
Sin embargo, la tradición no ha sido así en la República Dominicana desde que Gregorio Luperón decidió apoyar a finales del año 1879 a Ulises Hilarión Heureaux Lebert, conocido como Lilís, una vez en el poder fue creando su propio liderazgo y fuerza y posteriormente vino la desavenencia entre ambos líderes.
Lilís pasó a tener control de todo, incluyendo del Partido Azul, mientras que Luperón tuvo que irse al exilio para evitar ser encarcelado o asesinado.
Este hecho ha marcado a casi todos lideres que han sido presidentes de la República Dominicana, por lo que prefieren que gane un contrario a su partido, con el propósito que nadie le dispute su liderazgo a lo interno de su agrupación política, tal fue el caso del extinto líder Joaquín Balaguer con Jacinto Peinaldo y prefirió apoyar a Leonel Fernández, era el candidato presidencial del PLD en el año 1996.
Pero antes de esto, también ocurrió con el doctor Salvador Jorge Blanco que prefirió que volviera Balaguer al poder para no darle paso al licenciado Jacobo Majluta, y todo por creer que el viejo caudillo se comportaría igual que en los 12 años, y que le permitiría regresar en el año 1990, pero el viejo zorro de la política lanzó una campaña descrédito, lo enjuicio a él y algunos de sus funcionarios por corrupción hasta ser condenados en primera instancia a 20 años, pero eso es harina de otro costal.
Es por estas razones, que el actual Jefe del Estado buscará de nuevo su repostulación en las elecciones del año 2012.
El año pasado y recientemente el presiente Fernández dijo lo siguiente: “La última palabra la tiene el pueblo. Yo soy un servidor del pueblo dominicano y me acogeré a la democracia y a la decisión que tomen los ciudadanos”, fin de la cita.
A partir de ahí su equipo político trabaja las 24 horas del día y están elaborando un plan estratégico que le permita al mandatario salir airoso para lograr tal objetivo, sin que el partido se divida y que dicho propósito tenga la menos tasa de rechazo en diverso sectores de la sociedad.
Estos iniciaron sus labores con la recolección de dos millones de firmas en apoyo a la reelección del mandatario, así como también la realización de encuestas dentro y fuera del partido, a fin medir cómo cae la repostulación del presidente Fernández en la población dominicana.
Igualmente, sus seguidores trabajan en reclutar a jueces o profesionales del derecho para ser llevados al Tribunal Constitucional con el propósito de que estos garanticen un fallo favorable al mandatario una vez que se eleve un recurso de inconstitucional en su contra, que le impida repostularse en los comicios del años de 2012.
En cierto círculos sociales, políticos, jurídicos y empresariales se habla de que el Presidente solo necesita 8 de los 13 jueces que habrán de conformar el Tribunal Constitucional, para que le garanticen su legitimación en una nueva repostulación, y que los restantes magistrados estarían divididos entre la sociedad civil y los partidos de oposición, es decir entre PRD y el Partido Reformista Social Cristiano, a fin de guardar la apariencia de la institucionalidad.
De acuerdo a declaraciones del jurista Vinicio Castillo Semán, los ingenieros Félix Bautista y Freddy Pérez son los responsables del plan, quien asegura que tiene las informaciones de que ya está redactado el fallo del Tribunal Constitucional que fallará que el Presidente Fernández se puede repostular.
Advierte que de retener el poder por una vía ilegítima, usando el nuevo Tribunal Constitucional, quebrantará el orden constitucional y traería el caos en el país.
La instancia que nombra a los jueces del Tribunal Constitucional, así como también a los magistrados de la SCJ y del Tribunal Superior Electoral es el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), el cual es convocado por el presidente de la República.
Este organismo está integrado por ocho miembros, de los cuales el PLD tiene cuatro miembros, el PRD y PRSC tienen un solo por bando, y dos jueces de la Suprema, en caso de que la oposición se unan con los jueces se produciría un impasse en la elección de los magistrados, aun así, la correlación de fuerza favorece al partido oficial para imponer su criterio a la ahora de elegir.
El control del Tribunal Constitucional por parte del jefe del Estado está por verse, pues depende de cómo se maneje el grupo que dirige el licenciado Danilo Medina Sánchez y el secretario general del PLD y presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, quien también tiene sus aspiraciones presidenciales, aunque no la ha expresado.
Permitirán estos que los jueces que van a ser elegidos al Tribunal Constitucional responda a las directrices del presidente Fernández o por el contrario buscarán mantener el equilibrio en la conformación de ese organismo. El tiempo lo dirá, mientras tanto el senador Félix Bautista y titular de la Corporación de Alcantarillado y Agua Potable de Santo Domingo, Freddy Pérez continúan sus aprestos en esa dirección.
El presidente Fernández trabaja las 24 horas del día por su repostulación y para esto dispone de un año y tres meses. En ese tiempo deberá reagrupar a todas sus fuerzas políticas que están a favor de su reelección y que hoy están alejados por divergencias, como son la Fuerza Nacional Progresista (FNP) y el Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS).
Igualmente, trabaja en la construcción de la segunda línea del Metro de Santo Dominico y en la terminación del corredor Duarte, la pavimentación de importantes avenidas y calles, así como otras importantes obras que se llevan a cabo en la capital y la provincia de Santo Domingo, donde se concentra la mayor cantidad de electores.
Sin embargo, algo conspira contra su reelección y es su política fiscal que golpea directamente la clase media, que es la mayor consumidora de bienes y servicios, la subida semanal de los precios de los carburantes que hace que los productos de la canasta familiar experimenten alzas casi continuas.
Además hay poco dinero en las calles situación esta que provoca disgusto e irritación en la población.
Mientras que muchas comunidades del interior del país están reclamando la construcción de carreteras, caminos vecinales, acueductos y otras menadas sociales lo que está generando protestas, en Moca, La Vega, San Francisco de Macorís, entre otros lugares de la región del Cibao.
En tanto, los partidos de oposición bien gracias, pues estos están concentrados en celebrar convenciones y primarias y no están jugando su rol, lo que ha permitido que el presidente Fernández actúe con mayor libertad, al no tener un contra peso a sus decisiones.
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