miércoles, 23 de febrero de 2011

Los riesgos al bajar de peso PACIENTES QUE SE AUTOMEDICARON PARA ADELGAZAR NARRAN LAS SECUELAS DEJADAS EN SU SALUD

Santo Domingo
Las cerca de 30 libras de más con que quedó Martha luego de su embarazo la tenían muy deprimida. No sabía a qué recurrir para perderlas, hasta que la publicidad de un medicamento para adelgazar le “encendió la luz” de la solución, pero a la vez estuvo a punto de apagarle la vida, dejándole secuelas que aún padece.

Con apenas tres días de empezar a tomarlo sintió los síntomas de lo que se convertiría en el desagradable diagnóstico de pielonefritis o infección aguda de los riñones, lo cual superó tras un tratamiento, pero cada cierto tiempo vuelve a presentar los mismos episodios, que amenazan con convertirse en problemas renales crónicos.

Cuenta, Martha, usando nombre irreal, que compró vía telemarketing el medicamento que vio en una publicidad de la televisión, llevando de manera apegada las indicaciones. En el producto invirtió unos 1,900 pesos y requería ingerir unas seis pastillas diarias, dos en cada comida.

Luego de tres días empezó a sentir un fuerte dolor en la espalda que en ese momento confundió con cansancio, pero después se fue complicando con dificultad al orinar, fiebre y dolores de cabeza. Fue al médico y le diagnosticaron un fuerte proceso infeccioso de riñón o pielonefritis.

“Cuando le comenté al médico lo que había hecho en los últimos días, él determinó que había sido ese medicamento, porque había tenido conocimiento de casos parecidos”, señala.

Dijo que a raíz de ese momento, fue manejada con antibióticos, y supuestamente se recuperó, pero que le preocupa porque ha vuelto a tener otros dos episodios similares presentando nuevamente ese mismo proceso infeccioso. Después de la experiencia, asegura que jamás recurriría a ese tipo de métodos, y aconseja buscar siempre la opción sana, regido por un buen especialista, y sacar tiempo para hacer ejercicios.

Dice ha llegado a la conclusión de que son medicamentos hechos en base a extractos de raíces que llaman naturales, que de alguna forma el organismo no está preparado para asimilar, y que como todo se filtra a través del riñón, puede provocar daños a ese órgano.

Medicamentos
Martha usó ese medicamento cuando tenía 28 años y actualmente a sus 31, está convencida de que la automedicación y la autodieta no son la mejor opción. Recuerda que siempre fue de bajo peso, pero que comenzó a engordar después de tener su primer embarazo y que recurrió al uso de pastillas buscando la alternativa fácil. La automedicación dirigida a bajar de peso es una práctica común en el país. En las más concurridas arterias comerciales, se exhiben los más variados tipos de medicamentos, la mayoría de procedencia China.

OTRO TESTIMONIO

Lucy, define su experiencia utilizando medicamentos para adelgazar como “mi ilusión con la fantasía”, lo que en poco tiempo se convirtió en un serio problema que dejó en muy mal estado su condición de salud, matizada por una gran debilidad.

Dice que su obsesión por adelgazar comenzó cuando se dio cuenta por sí misma que estaba gorda, ya que en principio quiso ignorar los comentarios de amigos y allegados. Envuelta en su desesperación recurrió a una de las vías fáciles para combatir el sobrepeso, el uso de medicamentos, cuya recomendación encontró buscando en la Internet.

Allí vio una publicidad que ofertaba pastillas para adelgazar rápidamente y sin pensarlo dos veces hizo el pedido a la farmacia.

Comenzó a tomarlas, ilusionada con lo que decía en el prospecto de que eran quemadoras eficaces de la grasa en el corto plazo e inhibidoras del apetito.

Lucy dice que el efecto de inhibir el apetito fue inmediato, casi igual con la rapidez con que se deterioró su estado de salud, presentando una debilidad cada vez más marcada e incluso imposibilidad de dormir.

“Me envolví secretamente en este proceso, hasta que mis allegados comenzaron a cuestionarme sobre los motivos de mis dolencias, y pese a las advertencias sobre el peligro que me hacían, mi mente solo procuraba continuar, hasta había decorado la caja de las pastillas con una moña roja en regalo para mí”, cuenta Lucy, nombre irreal.

Dice que en poco tiempo aparte del malestar físico, empezó a sentirse seca interiormente, y al temer lo peor acudió a un endocrinólogo, quien le recomendó parar los medicamentos de inmediato para evitar consecuencias graves.

Tras la experiencia dice que jamás ha vuelto a intentar ningún método de rebajar fácil y que ahora hace el sacrificio real. Luego de cuarenta y cinco días está viendo los resultados de llevar una rutina de ejercicios acertada y control de la alimentación, logrando bajar 15 libras y disfruta de mejor salud que nunca.

Recuerda que siempre fue una persona que cuidaba de su estética, asistía rigurosamente al gimnasio y fue aliada de la dieta hipocalórica.

No obstante al embarazarse comenzó su desorden alimenticio. Tras concluir el proceso, quedó con 55 libras por encima de su peso normal. La presión social que sentía la llevó a recurrir al método fácil, de la automedicación.

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