lunes, 21 de febrero de 2011

UE discute su respuesta a la revuelta libia y estudia evacuar ciudadanos

EFE
Bruselas

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) discuten a lo largo del día de hoy su posición ante la ola de protestas en Libia y la posibilidad de evacuar a los ciudadanos comunitarios ante la violencia en el país.

Según fuentes comunitarias, la reunión de hoy puede cerrarse con una condena a la represión violenta de las manifestaciones por parte de las autoridades libias, en línea con la declaración oficial hecha ayer por la Alta Representante, Catherine Ashston.

En ella, la jefa de la diplomacia europea exigía al régimen de Muamar al Gadafi detener inmediatamente el uso de la fuerza y le urgía a escuchar las "legítimas demandas" del pueblo.

"Queremos decirle a las autoridades libias que tienen que dejar que los manifestantes, de forma pacífica, puedan expresar libremente sus opiniones y ejercer libremente sus derechos y que no se puede usar la violencia contra esas personas", dijo hoy a su llegada a la reunión la ministra española, Trinidad Jiménez.

En una línea similar, el ministro de Exteriores británico, William Hague, aseguró que la "credibilidad del Gobierno libio" se ha visto "dañada por su fracaso a la hora de proteger a su propia gente y responder a sus legítimas reivindicaciones".

Hague desveló antes del comienzo del Consejo de Ministros europeos que su Gobierno ha convocado al embajador libio en Londres para protestar por el uso excesivo de la violencia, que según Human Rights Watch ha dejado ya al menos 233 personas fallecidas.

Sin embargo, el tono de las críticas al régimen de Gadafi no ha sido uniforme.

Entre otros el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, ha evitado censurar la respuesta de Trípoli y ha recalcado la preocupación de su país -el que contactos más cercanos ha tenido tradicionalmente con Libia- por los posibles efectos negativos para Europa de la inestabilidad en el norte de África.

En concreto, Frattini ha expresado su temor ante una posible división de Libia y la implantación de un estado islamista en su territorio; y ha vuelto a evocar el problema de la inmigración ilegal.

Según se supo ayer, Libia -una de las principales rutas para el paso de inmigrantes africanos hacia Europa- ha amenazado a la UE con dejar de cooperar en materia de inmigración si desde Bruselas se siguen respaldando las manifestaciones.

La Unión Europea ha reforzado este fin de semana su dispositivo contra la inmigración ilegal en la zona, con una operación de la agencia Frontex, después de las llegadas de miles de personas a las costas italianas en los últimos días, procedentes sobre todo de Túnez.

La Comisión Europea anunció hoy que informará en las próximas horas de los Estados miembros que ya han ofrecido su personal y recursos para la misión (entre los que ya están confirmados Italia y Malta).

Mientras tanto, los países europeos estudian la posibilidad de evacuar a sus nacionales de Libia, dado el agravamiento de la situación en el país.

"Estamos extremadamente preocupados por la violencia, estamos coordinando la posible evacuación de ciudadanos de la Unión Europea de Libia, en particular de Bengasi", dijo la ministra española, cuyo Gobierno desaconseja todo viaje "no esencial" al país africano.

Francia, por su parte, está facilitando la salida de sus ciudadanos que desean abandonar Libia, aunque no ha puesto en marcha ningún plan de repatriación, según dijo su responsable de Asuntos Europeos, Laurent Wauquiez.

El Reino Unido explicó, mientras, que revisa constantemente la situación para ver si es necesario evacuar a sus ciudadanos.

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