Constanza
Gran preocupación reina en la colonia japonesa en esta localidad, tras producirse el sismo de 8,9 grados y el posterior tsunami que afectó en la madrugada de ayer la ciudad costera de Sendai, provincia Miyagi, a unos 300 kilómetros al sur de Tokio, la capital de Japón.
Koki Sato y su esposa Naomi Sato, expresaron a LISTÍN DIARIO que desde que supieron la noticia de la catástrofe, se han mantenido tratando de comunicarse con familiares, pero ha habido dificultades para establecer comunicación.
“Estamos en espera de nueva noticia y seguramente la embajada de Japón nos va a dar algún tipo de comunicación, estamos en espera”, expresó el agricultor Sato, quien en compañía de su esposa veía la cadena de televisión de Japón, NHK.
La señora Sato, cuyos padres residen en Brasil, donde ella nació, explicó que a las 8: a.m. de ayer logró hablar con su tía, Emiko Kamiya, residente en la provincia Ishikawa, y que ésta le manifestó que se hallaba bien, pero que era como un sueño lo que estaba pasando en la nación asiática.
“Ella me decía que no podía creer que las imágenes que veía en la televisión era algo que sucedía en su país. Realmente lo que está sucediendo en Japón es algo increíble, algo inexplicable”.
Lo mismo que los esposos Sato, residentes en la parte céntrica de Jarabacoa, otras familias de origen japonés viven en este momento la preocupación de lo que acontece en su país de origen. Tal es el caso de la joven Mitsuku Sawada, una ex voluntaria de la Agencia de Cooperación de Japón (JICA) que llegó a esta localidad en 1994 y se quedó aquí con la familia Kaminae.
“Hasta ahora no hay comunicación, no he podido comunicarme con ellos”, dijo escuetamente, sin disimular el fijar la vista en la televisión, que en ese momento transmitía imágenes desgarradoras del fenómeno telúrico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario