miércoles, 9 de marzo de 2011

Población no está preparada para un eventual terremoto

SANTIAGO.- Ante el anuncio de que la República Dominicana está en riesgo de sufrir un terremoto parecido al que devastó Haití hace un año, los ciudadanos de esta provincia consideran que la población no está preparada para una catástrofe de esa magnitud.

Personas consultadas ayer coinciden en que la nación no cuenta con los mecanismos y estrategias para enfrentar la situación posterior al anunciado terremoto que, según los expertos, podría ser de magnitud 8.

Un informe de investigadores de la universidad de Columbia, Estados Unidos, indica que el epicentro de gran sismo sería esta ciudad, la cual tradicionalmente ha sido asociada a terremotos en el pasado.

“A mí no me sorprendería, porque hace muchos años he escuchado sobre las fallas en la tierra que podrían generar un terremoto”, expresó Radhamés Gómez, quien trabaja como mensaje de una empresa.

Gómez dice que se siente normal, porque se trata de un fenómeno natural, aunque lamentó que lo pobres serían lo más afectados, porque “la mayoría vivimos en lugares no aptos, como a orillas de ríos y barrancos”.

La militante del movimiento Coordinadora de Mujeres del Cibao, Raquel Ribera, entiende que cada vez que llega una catástrofe, el país no está preparado para enfrentarla.

“Aquí nunca hay un plan que contribuya a prevenir nada. Si ese terremoto llega sería una catástrofe, por las condiciones precarias en que vive la mayoría de personas. Si con una simple llovizna ya tenemos personas damnificadas, ¡te imaginas un terremoto!”, expresó Ribera.

José Bautista y Carmen Almonte coinciden en que se trata de algo bíblico, que está predestinado a suceder, aunque, plantearon que sólo Dios sabe si Santiago sería el epicentro.

“Yo estoy preparado porque sé en quien he creído. La preparación más idónea es espiritual. Pero da pena que el gobierno y las instituciones del Estado no elaboren planes de contingencia”, indico bautista.

Almonte propone que si se va a educar a la población debe hacerse a través de las organizaciones de masas, por entender que el mensaje de qué hacer ante un sismo, podría llegar a la población que no tiene conocimientos sobre catástrofes.

Tradicionalmente, esta provincia ha recibido fuertes sacudidas desde 1562, cuando un fuerte terremoto destruyó totalmente la ciudad, en la zona de Jacagua, conocida como Santiago Viejo.

La actual generación ha vivido en carne propia el pánico que generan los movimientos de las placas tectónicas cuando en septiembre de 2003 hubo otro de los más fuertes sismo registrados en el Cibao, que movilizó a la población en plena madrugada.

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