Fuentes del principal hospital de la ciudad aseguran haber recibido durante la noche los cuerpos de 25 personas
La dimensión de la represión de las protestas en la ciudad siria de Deraa podría ser mayor de lo esperado. Fuentes del principal hospital de la ciudad aseguran haber recibido durante la noche los cuerpos de 25 personas que habrían muerto en las protestas del miércoles, todos ellos con heridas de bala.
Fuentes de la oposición y activistas de los derechos humanos, por el contrario, hablan de más de 100 muertos y afirman que en los funerales que se están celebrando este jueves más de 20.000 personas han salido a la calle. "Hay con seguridad más de un centenar de muertos y la ciudad necesita al menos una semana para enterrar a los mártires", según ha declarado a France Press Ayman al Assouad, militante pro-derechos humanos en Deraa.
Durante la jornada del miércoles se produjeron varios incidentes en los que las fuerzas de seguridad utilizaron material antidisturbios y munición real. La cifra de muertos se situó inicialmente en 15.
Un vídeo colgado en Internet y grabado con teléfono móvil muestra, supuestamente, una de los momentos en que los manifestantes fueron tiroteados.
Según los periodistas de agencias extranjeras, durante todo el día se escucharon disparos de armas semiautomáticas en las calles de la ciudad, a 130 km de Damasco y cercana a la frontera con Jordania. Soldados con fusiles AK-47, unidades especiales de la policía y del servicio secreto patrullan la ciudad, según Reuters.
En Siria, el partido Baaz gobierna desde 1963 en uno de los sistemas más represivos de Oriente Medio, donde no se tolera ninguna oposición y se controla incluso Internet. Una minoría religiosa alawi detenta el núcleo de poder en torno a la familia Al Asad, mientras que la mayoría de la población es suní. Durante las protestas se han escuchado lemas en contra de la alianza de Siria con Irán y con Hezbolá.
El levantamiento en Deraa y otros cuatro pueblos cercanos es el mayor desafío interno al régimen desde que en febrero de 1982 Hafez El Asad, padre del actual presidente sirio Bachar Al Asad, acabó a sangre y fuego con una revuelta islamista en la ciudad de Hama, causando miles de muertos y arrasando el centro histórico de la ciudad.
Ola de detenciones
Las organizaciones de defensa de los derechos humanos han denunciado además que se están produciendo detenciones masivas en el país. Amnistía Internacional sitúa la cifra en 93 detenidos, aunque advierte que pueden ser muchos más.
Uno de los arrestados es Ahmad Hadifa, estudiante de periodismo y bloguero de 28 años. Precisamente, los activistas se han servido de las redes sociales para convocar un "Día de la Dignidad" para este viernes. Los servicios de seguridad también retienen a Mazen Darwish, de 37 años, presidente del Centro Sirio para la Prensa y la Libertad de Expresión y miembro de Reporteros sin Fronteras.
Francia, ex metrópoli colonial de Siria, ha pedido al gobierno de Al Asad que abra el diálogo con la oposición e introduzca reformas democráticas. "Hoy, la política árabe debe ser escuhar las aspiracioens de sus pueblos, y esto se aplica a Siria", ha dicho el ministro de Exteriores galo, Alain Juppé.
Deraa, una provincia empobrecida
En la provincia de Deraa, al suroeste del país, viven unas 300.000 personas, la mayoría de religión suní. Hasta ahora, la región ha sido un centro de reclutamiento de cuadros para el partido Baath.
Sin embargo, la zona ha sufrido una intensa sequía que ha obligado a muchos campesinos a abandonar sus campos y establecerse en la ciudad. La provincia no se ha beneficiado del reciente crecimiento económico que ha experimentado el país.
Las protestas comenzaron con el arresto la semana pasada de un grupo de estudiantes acusados de hacer pintadas contra el gobierno. Las manifestaciones pidiendo su liberación se han transformado en demandas de libertad y reformas políticas.
Fuente: RTVE.es
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