Llegué hace media hora y no me han atendido. Hay un solo médico y lo escuché diciendo que no hay camas”, testimonia Elizabeth, que había recorrido las emergencias de tres clínicas de la capital y en todas vivió la misma situación. María tambíen contó que tuvo una mala experiencia en un reconocido centro médico de la capital, donde acudió con un fuerte dolor abdominal y para calmarla le inyectaron un medicamento, pero antes que produjera su efecto el médico y la enfermera le exigieron: “Usted tiene que dejar la cama porque hay otros pacientes”.
Las necesidades que pasan los ciudadanos en las emergencias de los centros médicos privados se extienden al problema financiero.
Como cuenta Rosa, que llegó a un reconocido centro médico del Distrito Nacional con un fuerte dolor en los riñones, y aunque tuvo la suerte de que la emergencia estaba vacía, aún así se tardaron 45 minutos para atenderla porque, “por órdenes administrativas”, el médico primero confirmó que el seguro cubriría el gasto.
Un equipo de prensa de CDN también experimentó la indiferencia de los médicos cuando sufrió un accidente hace unos meses. Esa vez, uno de los heridos se desangraba, y al llegar a un importante centro médico de la capital el personal en servicio no lo atendió hasta que la empresa donde laboran depositó RD$40 mil como garantía.
En muchas clínicas de la capital quienes atienden las emergencias son médicos pasantes o estudiantes de medicina, sin la supervisión de un galeno con la preparación adecuada, lo que complica la situación de los pacientes a decir de muchas experiencias contadas a El Caribe.
Sea por apatía o porque reciben órdenes, los médicos a veces olvidan su verdadera misión, cuenta Aleyda. La mujer relató que un día a la medianoche fue a la emergencia de una clínica por un problema respiratorio que tenía su hija de poco más de un año y la atendió una médico pasante que luego de revisarla y aplicarle medicamentos la envió a su casa, pero poco tiempo después se percató de que la niña seguía mal. Decidió ir a otra clínica y ahí la ingresaron por tres días.
Cuando hay brotes epidémicos o virales la situación empeora y pueden verse en las clínicas camas improvisadas en los pasillos o pacientes internados en áreas de cirugía.
Entre la vida y el dinero
Las deficiencias por falta de camas, médicos y enfermeras que provocan congestionamientos en las emergencias de las clínicas, obedecen, según Rafael Mena, presidente de la Asociación Nacional de Clínicas Privadas (Andeclip), a que las áreas de emergencia “representan pérdidas económicas para las clínicas y que los centros las habilitan porque la ley los obliga”.
Mena no se muestra optimista con respecto a que pueda solucionarse el problema de las salas de emergencia privadas.
Según explicó, los dueños de clínicas tendrán que dedicar espacios tres o cuatro veces más grandes a los que tienen ahora y contratar el doble del personal “pero eso no es posible porque económicamente no es rentable”.
Agrega que con la Seguridad Social la situación económica para las clínicas se agravó debido a que las emergencias no deben cobrarse al paciente, pero que las aseguradoras de salud se tardan hasta tres y cuatro meses para pagarles.
A manera de aliento, Mena expresa que las deficiencias de las emergencias no son un problema solo de la República Dominicana, sino que hasta en los países desarrollados se da ese tipo de situación. En el país no hay un registro claro de la cantidad de centros médicos privados. Según datos del Ministerio de Salud, hasta diciembre del año pasado había 470 clínicas, de las que 132 corresponden al Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo. Andeclip cuenta con un registro de 122 clínicas.
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