Santiago
Las ocho personas muertas, vinculadas a una misma familia del sector Cienfuegos y sectores periféricos, fueron sepultadas ayer en horas de la mañana y la tarde, en lo que se convirtió en una sentida manifestación de duelo.
Próximo al mediodía fueron llevadas al cementerio de El Ingenio los cuerpos sin vida de los hermanos Martín, Ciriaca y Sumergida Matos López, residentes en el sector Mella Uno de Cienfuegos.
Casi al mismo tiempo fueron llevados al camposanto, los cadáveres de Fausta Matos, su hija Mariana Contreras y el hijo de ésta última, Abimael Hernández, todos residentes en la misma casa de la calle Sabana Iglesia de ese sector.
En horas de la tarde fueron sepultadas, Fausta y su hija Mariana Contreras Matos, quienes residían en la calle Diez número 48 de Cienfuegos. A los sepelios asistió una gran cantidad de personas en solidaridad con las familias enlutadas por la tragedia.
Se dijo incluso que muchos viajaron desde el lejano Sur del país, desde donde son oriundos los fallecidos y sus deudos, para estar presentes en este momento de dolor y pesar por tan dramática situación.
Aunque ayer se informó en algunos medios que otras personas, además de esas ocho, fallecieron desde el primer momento del accidente en la comunidad El Número de Azua, en este sector no fue posible confirmarlo.
Diez integrantes de una familia fallecieron el sábado cuando un minibús en que viajaba chocó con una patana que estaba estacionada en la comunidad El Número, entre Baní y Azua.
Testigos dijeron que un camión con luces altas que venía en el carril contrario dificultó la visibilidad al conductor del minibús, quien terminó estrellándose contra la patana.
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