BENGASI, Libia (AP) — Un ataque aéreo que intentaba detener a las fuerzas de Moamar Gadafi mató a 13 combatientes rebeldes en el este de Libia, dijo la oposición el sábado, pero calificó el hecho de "accidente desafortunado" y aseguró que mantenía su apoyo a la campaña aérea internacional.
El vocero opositor Abdel-Hafidh Ghoga dijo que los combatientes murieron el viernes cuando intentaban retomar la ciudad petrolera de Brega mientras se realizaban los ataques aéreos. Siete combatientes resultaron heridos. Ghoga dijo que era un ejemplo de descoordinación, un obstáculo crucial para la victoria sobre las fuerzas armadas, que están mejor organizadas.
"Este accidente desafortunado fue un error causado por el avance de los rebeldes durante el ataque de la coalición", dijo Ghoga. "Ahora la conducción militar que se ha organizado de manera más eficaz tratará de prevenir la repetición de estos accidentes".
Fuentes rebeldes en el terreno habían dicho previamente que algunos de sus camaradas murieron a raíz de un ataque aéreo el viernes, pero las declaraciones de Ghoga fueron la primera confirmación del hecho.
La vocera de la OTAN Oana Lungescu dijo que la alianza investigaba e insinuó que sus patrullas aéreas respondieron al fuego desde tierra.
"Los detalles precisos son difíciles de verificar porque no tenemos fuentes confiables sobre el terreno", dijo Lungescu. "Evidentemente, si alguien dispara a nuestros aviones, éstos tienen derecho a defenderse".
Fuentes rebeldes dijeron a The Associated Press que un ataque aéreo alcanzó a los combatientes de la oposición unos 20 kilómetros al este de la población de Brega el viernes por la noche.
Mohamad Bedrise, médico de un hospital cercano, dijo que tres cuerpos quemados fueron traídos por varios hombres que denunciaron haber sido alcanzados por el ataque luego de disparar una ametralladora pesada al aire. Idris Kadiki, un ingeniero de 38 años, dijo haber visto una ambulancia y tres autos incendiados después de un ataque.
La fuerza rebelde escasamente organizada había mostrado señales de mayor disciplina en los últimos días. El viernes sólo se permitió la presencia en el frente de ex oficiales militares y los voluntarios entrenados bajo su mando. Algunos acababan de arribar y esperaban impulsar ataques contra las fuerzas leales a Gadafi que esta semana obligaron a los rebeldes a retroceder unos 160 kilómetros.
Estos combatientes, a diferencia de sus predecesores, saben distinguir el fuego enemigo del de la propia tropa y evitar los caminos. Y saben cumplir órdenes.
La mejora en la organización era una señal que las fuerzas militares que desertaron del régimen para unirse a la rebelión empezaban a cumplir un papel mayor en los combates luego de semanas de desorganización. Los combatientes aplaudieron al paso de uno de sus comandantes, el ex ministro del Interior Abdel-Fattah Younis, quien se dirigía hacia el frente.
Aún no se podía determinar si estas mejoras inclinarán la balanza a favor de los rebeldes, que intentan aprovechar la oportunidad que les brindan los ataques aéreos internacionales contra las fuerzas de Gadafi.
Por su parte, el gobierno intentaba iniciar conversaciones con Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia para poner fin a la campaña aérea, dijo el ex primer ministro Abdul-Ati al-Obeidi, actual enviado de Gadafi. "Tratamos de encontrar una solución mutua", dijo al Canal 4 de la televisión británica el viernes.
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