lunes, 18 de abril de 2011

El régimen cubano busca un sucesor

Fidel Castro, quien reiteró este sábado que es un "soldado de las ideas", dejaría oficialmente la máxima jefatura del Partido. Su "liderazgo indiscutible" no depende "de cargo alguno", dijo Raúl el sábado.

LA HABANA.- “Afrontamos las consecuencias de no contar con sustitutos que estén preparados con suficiente experiencia y madurez para asumir las nuevas y complejas tareas de dirección en el Partido, el Estado y el Gobierno". Son las palabras de Raúl Castro y lo deja muy claro. Aunque en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba ha anunciado que limitará a un máximo de dos períodos de cinco años los cargos de poder no hay nadie, por el momento y según el 'hermanísimo', que pueda ponerse al frente del país.

Se plantea entonces el primer escollo para dar salida a su propuesta de dos quinquenios. ¿Quién podrá sustituirles? ¿Quién será el elegido para romper con los 46 años de control castrista en el Partido Comunista? Nadie lo sabe y aunque de momento nadie quiere señalar a nadie, si la propuesta de Raúl es firme se presenta un grave problema de sucesión.

Aunque el eje es la economía, el Congreso debe elegir al Comité Central, de unos 100 miembros, que definen al selecto Buró Político (19) y al Secretariado (10), órganos del PCC encabezados por Fidel y Raúl Castro desde que se fundó, en 1965. Y pese a que sigue siendo llamado primer secretario del PCC y su hermano el segundo, Fidel, de 84 años, reveló hace poco que renunció al cargo cuando estuvo a punto de morir en 2006 y se retiró, tras casi 50 años en el poder.

Fidel Castro, quien reiteró este sábado que es un "soldado de las ideas", dejaría oficialmente la máxima jefatura del Partido. Su "liderazgo indiscutible" no depende "de cargo alguno", dijo Raúl el sábado.

"Los dirigentes no surgen de escuelas ni del amiguismo favorecedor". La frase es toda una declaración de intenciones que conduce para muchos al escepticismo. Para colación advertir que en los próximos cinco años se debe garantizar el "rejuvenecimiento" de todos los cargos, "sin excluir al "actual Presidente" ni "al primer secretario" del PCC que sea electo en el congreso.

Una medida 'tardía', pero 'novedosa'
Para el analista cubano Arturo López-Levy "el límite de mandatos es un paso histórico hacia las formas institucionales y colectivas de liderazgo. El modelo 'Fidel Castro al timón' es sustituido. Hay una crítica al voluntarismo e improvisación". Pero ¿es real? O mejor ¿cuando se hará realidad?

Los primeros en hablar han sido los disidentes, que consideran la medida anunciada, pese a "tardía", una "novedad". "Creo que es crucial en Cuba terminar con el monopolio de una sola organización que, como el propio presidente Raúl Castro reconoció, ha funcionado muy mal, porque no ha sido capaz de aplicar los acuerdos de sus anteriores congresos", señaló Óscar Espinosa Chepe, liberado del "Grupo de los 75" disidentes encarcelados y condenados en 2003.

"El tipo de liderazgo de Fidel es irreproducible, pues es resultado de un momento carismático que ya se agotó. Cuba requiere un nuevo Comité Central capaz de ajustar las reformas sobre la marcha y modernizar el régimen aún sin cuestionar el carácter unipartidista", añade el analista López-Levy.

Lo que sí ha dejado claro Raúl es que el próximo presidente del Partido lo dirigirá, pero no interferirá en las decisiones del Gobieno. El cónclave, el último que "por ley de la vida" protagonizará la generación histórica, admitió Castro, prevé, por tanto, cambios en la estructura del poder bajo la concepción del presidente de que el PCC dirija y "no interfiera" en el Gobierno.

Un Congreso de reformas

Mientras las dudas se tornan alrededor del 'sustituto', el Congreso ha estado marcado el fin de semana por las reformas económicas. Raúl explicó que el modelo "excesivamente centralizado" transitará "hacia un sistema descentralizado", en el que primará la planificación del Estado socialista, "pero no ignorará las tendencias presentes en el mercado".

Advirtió que es necesario acabar con subsidios como la "libreta" y que continuará "sin prisa pero sin pausas" el reordenamiento de la fuerza laboral. Al régimen, que el año pasado anunció el despido del 20% de los empleados públicos, le queda todavía despedir a 500.000 trabajadores.

Tanto la libreta como los despidos son temas de preocupación para muchos cubanos. En un intento por calmar los temores, Raúl Castro señaló que no se aplicarán "terapias de choque" estilo FMI, y que no será "de golpe" la desaparición de la "libreta".

También dio la noticia de que continuarán avanzando en las normas para autorizar la compraventa de casas y autos, con lo que se levantaría una prohibición con medio siglo de vigencia.

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