Con el entusiasmo con que las familias planean sus vacaciones, así deben prever la seguridad de su vivienda, para que al retornar, no te encontres con desagradables sorpresas.
Los índices de robos contra la propiedad hablan por sí solos. Y las personas son cada vez más conscientes de los riesgos que conlleva dejar solas sus viviendas; por eso, antes de salir de vacaciones, es conveniente verificar la seguridad de la misma. Hay que detectar las situaciones que pueden contribuir a un asalto domiciliario: falta de iluminación, solares baldíos cercanos y rejas rotas.
Cerrar bien las puertas y las ventanas parece una advertencia obvia, pero un olvido en ese sentido puede ser imperdonable para la seguridad de la vivienda. Esta recomendación también aplica para las personas que viven en un edificio, sin importar qué tan alto quede el departamento.
Es importante que un vecino o persona de confianza genere movimiento en la casa: subir una persiana en el día y cerrarla en la noche, sacar todos los días una bolsa de basura, es una buena idea.
Para dar la apariencia de que hay alguna persona en casa, y dependiendo del tiempo que se planee estar fuera, es aconsejable dejar una luz o un radio encendido de manera que pueda ser escuchado por alguien que se acerque. Esto confundirá al ladrón. También se recomienda bajar el volumen del teléfono.
El viaje, y por lo tanto la ausencia, debe ser comentada con prudencia sólo con las personas de confianza.
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