lunes, 2 de mayo de 2011

Alburquerque declinaría sus aspiraciones presidenciales

RafaelAlburquerquereflexionEl vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, podría anunciar este martes que declina sus aspiraciones a la candidatura presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en la convención programada para el 26 de junio próximo.

Alburquerque hablará al país a partir de las 7:00 de la noche por Telesistema, Canal 11, y será retransmitido por los canales 29, de Teleuniverso; 27, de la Red Nacional de Noticias (RNN); y 13, de Telecentro, además de que será diferido en otros horarios por varios canales de televisión.

Fuentes oficiales confirmaron que Alburquerque pasó el fin de semana elaborando su discurso, y aunque no precisaron el tema que abordaría, se da como un hecho que renunciará a continuar la carrera por la candidatura presidencial del partido oficial para los comicios de 2012.

Resulta obvio que la alocuución de Alburquerque tiene una motivación estrictamente política, y no oficial, porque en siete años como vicepresidente de la República nunca se ha dirigido en un discurso a la Nación. Pero, además, porque este domingo cesó en su condición de encargado del Poder Ejecutivo tras el retorno del presidente Leonel Fernández de una gira de seis días por Guatemala y Brasil.

La presunción sobre la declinatoria de Alburquerque toma fuerza luego que la semana pasada la primera dama, Margarita Cedeño, pronunció un discurso mediante el cual anunció al país su decisión de declinar a sus aspiraciones presidenciales; y semanas antes Fernández había declinado mediante una alocución al país, su intención de buscar la nominación presidencial.

Se infiere que la motivación que tendría Alburquerque para abandonar su proyecto es el escaso respaldo que ha recibido, pese a que recientemente sorprendió al país al expresar públicamente que su precandidatura estaba ''cabeza con cabeza'' con la de Danilo Medina, a quien se concibe como el hombre a vencer en las primarias internas del PLD.

Y es que la precandidatura de Alburquerque sale muy mal parada en todas las encuestas de opinión que se realizan sobre las aspiraciones en el PLD, pese a que en su momento fue la segunda figura dentro de esa organización, detrás de su fundador y fenecido líder, Juan Bosch, de quien llegó a ser su compañero de boleta.

No obstante, tras su expulsión del PLD junto a otros dirigentes, Alburquerque fundó el Partido del Pueblo Dominicano (PPD), organización que nunca representó una opción de poder desde su constitución hace más de 25 años. Su mayor acercamiento al PLD se produce nuevamente tras apoyar la candidtura presidencial de Fernández, llegando a ser ministro de Trabajo durante su primera administración 1996-2000.

Posteriormente Alburquerque ha acompañado a Fernández como candidato vicepresidencial, primero para los comicios de 2004 en la que derrotaron el binomio perredeísta formado por Hipólito Mejía-Rafael Suberví Bonilla, y luego para las elecciones de 2008 también derrotando el binomio perredeísta Miguel Vargas-José Joaquín Puello. Pese a la proyección alcanzada en los últimos ocho años desde esa importante posición, la figura política de Alburquerque no pudo recobrar el brillo de antaño.

Y un ejemplo de esto último es que Alburquerque fue escogido candidato presidencial porque sin lugar a dudas era un lujo que Fernández podía darse. Todas las encuestas aseguraban que derrotaba en primera vuelta con más de un 50 por ciento las pretensiones reeleccionistas del entonces presidente Mejía, así como cuatro años más tarde a la naciente estrella que representaba Vargas en ese momento dentro del PRD.

Para 2004 ya Alburquerque había prácticamente acabado su carrera política: Acudió varias veces a las elecciones con su PPD, alcanzando siempre una escasa votación, luego varios años secretario de Trabajo al servicio del entonces presidente Joaquín Balaguer, a quien había combatido de forma visceral veinte años atrás. En esa misma posición fue dejado por Fernández cuando asumió la presidencia con apoyo de Balaguer.

Resulta obvio, por tanto, que la escogencia de Alburquerque como compañero de boleta por Fernández se debió a razones de conveniencia política. Indudablemente Albuerquerque no representaba, ni en 2004 ni en 2008, ninguna amenaza para la consolidación del liderazgo del Presidente de la República dentro y fuera de su partido.

Pese a su extensa trayectoria como político, el actual proyecto presidencial de Alburquerque nunca llegó a arrancar. Y esto sin contar que dirige el importante Gabinete Social del Gobierno, posición que le permitió diariamente un cotacto directo con la dirigencia media y de base del PLD, y la población en general.

Sin embargo, no se conoce ningún dirigente importante del poderoso Comité Político que apoye las aspiraciones presidenciales de Alburquerque, y se contarían con los dedos de una mano los que lo apoyan dentro de los cientos que integran el no menos importante Comté Central peledeísta.

Al carecer de estructura dentro del partido oficial, la precandidatura presidencial de Alburquerque fue desde un principio un proyecto natimuerto. Estaba condenada al fracaso desde que anunció sus aspiraciones.

Lo que está por esperarse ahora es la actitud que asumiría Alburquerque, si se mantiene neutral, o si apoya a alguno de los otros cinco precandidatos presidenciales.

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