El mayor río de América del Norte, que causó en 1927 lo que ha pasado a la historia de EEUU como "la Gran Inundación" y que alcanzó en 1937 su cota máxima de 14,85 metros, ha provocado el desbordamiento de cientos de ríos y arroyos tributarios desde Arkansas a Illinois.
Ayer en Memphis, en el estado sureño de Tennessee, la cota máxima fue de 14,56 metros al paso de la crecida.
Por su parte, El gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, ordenó la movilización de 500 soldados de la Guardia Nacional en este último estado, donde la emergencia ha sido declarada en 21 distritos, e indicó que las aguas podrían cubrir unos 1,2 millones de hectáreas.
Está previsto que la crecida llegue la próxima semana a Luisiana, un estado que todavía continúa recuperándose de las inundaciones causadas en 2005 por los huracanes Katrina y Rita y en 2007 por los huracanes Gustav e Ike.
Luisiana también tuvo que afrontar el año pasado los daños que siguieron al mayor vertido de petróleo crudo en el Golfo de México.
Al otro lado del río, en el estado de Misisipi, el nivel de las aguas se aproximaba a los 14,6 metros y unas 600 personas fueron evacuadas de la localidad de Cutoff, en el Condado de Tunica.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército, que mantiene y opera el vasto sistema de diques, esclusas y terraplenes que desde la década de 1930 ayuda a contener los desbordamientos del cuarto río más grande del planeta, abrió ayer otras 44 compuertas hacia el desaguadero de Bonnet.
Esa operación desvía millones de litros de agua hacia el Lago Pontchartrain, al norte de Nueva Orleans, y desde allí directamente al golfo de México, lo que alivia la presión sobre los diques y canales de esta ciudad construida a un nivel más bajo que el Lago.
En el Estado de Arkansas el departamento estatal de agricultura calculó que las inundaciones han causado daños por unos 500 millones de dólares ya que más de 450.000 hectáreas de tierras de cultivo han quedado anegadas.
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