El director general de Migración instruyó ayer a los miembros del Departamento de Asuntos Haitianos en esta provincia, para que mantengan bajo control permanente la penetración de niños pedigüeños haitianos que cruzan la frontera y que deambulan por las calles y el parque municipal de esta comunidad sureña.
José Ricardo Taveras resaltó que ya existen los controles biométricos en todo el país para determinar la cantidad de haitianos repatriados, los que salen y entran con visas, y de todo el que cruce por la frontera.
El funcionario arribó en un helicóptero a esta zona fronteriza y recorrió la división con Haití, donde se reunió con subalternos de esa institución en el local ubicado en un furgón que aloja las oficinas entre esta comunidad y el poblado haitiano de Anse-Au-Pitre.
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Taveras, al ser abordado sobre la penetración de niños pedigüeños que andan por las calles de Pedernales, ordenó a los encargados de Migración y de trata de personas mantener a raya esa situación, para evitar que sigan deambulando y pidiendo dinero o comida a visitantes en los hoteles, restaurantes y otros lugares de esparcimiento. Dijo que en el país no se sabe la cantidad exacta de haitianos que habitan en el territorio nacional, porque hay quienes dicen que son 600 mil y otros que son dos millones, debido a que no están en el sistema legalmente y porque entran al país por diferentes trechos y montañas.
Atribuyó la masiva inmigración de ilegales haitianos al desbalance en el desarrollo de Haití y en Dominicana. “Ahora hay un problema de conciencia de los dominicanos, a la comunidad que nos ayude que no le den dinero a esos niños pedigüeños, porque eso genera toda esa industria de trata de niños”, precisó.
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