viernes, 17 de junio de 2011

A los 99 años se gradúa de maestro en la universidad de Oregón

Tiene una memoria excelente y una vida rica en historias

NUEVA YORK.- Los años 1930 fueron los más duros en la época de la gran depresión económica de los Estados Unidos. Leo Plass, quien entonces era un joven nacido de una familia hacendada, entró a la escuela para graduarse de maestro.

80 años después de abandonar las aulas, Plass regresó a ellas y lo hizo en la Universidad Eastern de Oregón, completando el grado asociado de maestro.

Tiene una memoria excelente y una vida rica en historias. Su sobrino Gregg Plass, quien se enteró de que a su tío nunca consiguió el título universitario cuando era joven, contactó a la Universidad Eastern de Oregón para inscribir al que es en este momento, uno de los felices graduados de la clase 2011.

"Sólo me tomó 80 años para lograrlo", dice el anciano que no tuvo hijos con su esposa Wanda. Su historia es muy singular, según reseña el diario Ancestry de Redmon (Oregon) que publica una entrevista con el anciano en su edición digital de ayer jueves. La ceremonia de graduación se llevó a cabo el sábado último en el estadio local de esa ciudad.

Los negocios de la familia quebraron y se vio obligado a dejar las clases para buscar trabajo y ayudar a sus padres y hermanos a sostenerse. Tenía 19 años de edad. Viajó desde su natal ciudad de Redmon (Oregón) por todo el Oeste norteamericano, probando suerte en docenas de trabajos. Su aspiración de convertirse en educador fue inspirada en una hermana suya que se había graduado de la misma profesión.

Leo, estaba en el segundo año de secundaria.

Con lo poco que ganaba en sus trabajos, incluyendo uno en una estación de gasolina en la que laboraba sólo por alojamiento y comida, pagaba la escuela y se integró a los equipos de fútbol americano y baloncesto de la academia, además de ayudar a otros compañeros en excursiones de montañas, caza y pesca, gracias a sus conocimientos de la geografía y sus destrezas aprendidas en el seno familiar.

"Crecí montando caballos de carga en las montañas, pescando y cazando", recuerda el anciano. El rancho de su familia era de 480 acres y criaban ganado, cerdos, ovejas, además de que cosechaban trigo y otros granos. El manejaba un huerto de cinco acres y diariamente trabajaba para mantenerlo productivo.


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