lunes, 11 de julio de 2011

Confirman que ataque en que murió Cabral iba contra empresario

"Se han dado avances importantes, pero no se pueden dar a conocer para no entorpecer las investigaciones"
Facundo Cabral

GUATEMALA.- El Gobierno de Guatemala confirmó hoy que el ataque armado en el que el sábado murió el cantautor argentino Facundo Cabral iba dirigido en contra del empresario del
espectáculo Henry Fariña, y que fue perpetrado por un grupo del crimen organizado que aún no ha sido identificado.

El secretario de Comunicación de la Presidencia guatemalteca, Ronaldo Robles, dijo a Efe que por medio de las investigaciones "se ha establecido que fue un ataque del crimen organizado" y que el
blanco del mismo no era Cabral, sino "el empresario nicaragüense" que lo llevaba en su automóvil hacia el aeropuerto internacional La Aurora.

"Se han dado avances importantes, pero no se pueden dar a conocer para no entorpecer las investigaciones", indicó Robles.

El presidente Álvaro Colom también declaró a una emisora de radio mexicana que "toda la evidencia y todos los análisis técnicos y científicos indican que definitivamente (el ataque) iba dirigido
hacia el señor Fariña. No hay ninguna indicación de que fuera dirigido a Facundo".

Fariña, un promotor de conciertos de 40 años que lleva más de diez radicado en Guatemala y que resultó gravemente herido en el suceso, será interrogado en las próximas horas por las autoridades,
luego de que los médicos que lo atienden indicaran que "ha pasado el peligro de muerte".

El empresario, que dirige una promotora de espectáculos que presenta artistas por toda la región y es propietario de una cadena de clubes nocturnos con presencia en toda Centroamérica, "es un
elemento clave" para esclarecer el asesinato de Cabral, según las autoridades.

Una fuente cercana a las investigaciones aseguró a Efe que las autoridades nicaragüenses han enviado un informe a Guatemala en el que detallan que Fariña "era investigado desde hace un buen tiempo
por su supuesta vinculación con grupos de narcotraficantes".

"El informe no precisa con qué grupo trabajaría Fariña, pero sí señala que es investigado por lavado de dinero del narcotráfico", actividad que supuestamente llevaba a cabo por medio de sus clubes
nocturnos y su empresa de espectáculos, precisó la fuente.

Además, agregó, las autoridades ya han establecido que los tres vehículos utilizados por los sicarios, uno de los cuales fue hallado horas después en las afueras de la capital guatemalteca, fueron
robados días atrás del hecho, y que "el operativo (de los asesinos) empezó desde las tres de la mañana".

Según el informe oficial, Fariña recogió al cantante argentino el

sábado a las 05.10 horas local (11.10 GMT) en la recepción del hotel

Tikal Futura, en el que se hospedaba, para llevarlo al aeropuerto

internacional La Aurora, desde donde se disponía a volar de vuelta a

Buenos Aires.

Diez minutos después, tres vehículos interceptaron el automóvil en que viajaba Cabral, que era conducido por Fariña, y lo acribillaron con tiros de fusil y pistolas automáticas.

Las autoridades aseguran que determinaron el ataque iba dirigido en contra del empresario nicaragüense por la trayectoria de los cerca de 25 disparos que impactaron en el vehículo, tres de los
cuales alcanzaron a Cabral y le causaron la muerte en el acto.

Robles también informó de que el ministro guatemalteco de Cultura, Héctor Escobedo, fue designado por el presidente Álvaro Colom, para que acompañe hasta Argentina los restos del cantautor y
los entregue a sus familiares.

La portavoz de la Cancillería guatemalteca, Andrea Furlán, dijo a Efe que el Gobierno de México ha puesto a disposición de Guatemala y Argentina un avión para trasladar el féretro del cantante y poeta, algo que habrá de concretarse entre el martes y el miércoles
próximos.

Los restos del trovador permanecen desde el sábado en una funeraria privada del sur de la capital, a la que, pese a que no están expuestos al público, centenares de guatemaltecos se han acercado para colocar velas y flores en las afueras del velatorio.


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