Es decir, los congresistas proponentes quieren que secciones como Cabuyas, de Santiago, pasen a ser distritos municipales, o que distritos municipales como La Canela, de la misma provincia, se conviertan en municipios. En las solicitudes de aprobación, los diputados y diputadas esgrimen el derecho que tienen todos los pueblos al desarrollo.
Pero el congresista Manuel Díaz, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), cree que, en su mayoría, los proyectos buscan controlar políticamente campitos y callejones que no cuentan con las características necesarias para cambiar de nivel.
La práctica, asegura, demuestra que los distritos y municipios terminan como cacicazgos o aldeas controladas por los legisladores, que también se mueven con el ánimo de responder a las promesas hechas a los votantes en tiempos de campaña.
Manuel Díaz, en abierto enfrentamiento a compañeros de su partido, ha dicho que el país no cuenta con los recursos económicos necesarios para instalar las juntas electorales, los registros civiles, las regiones educativas ni las demás instituciones que deben funcionar en nuevas municipalidades. Por eso demanda que se detengan los procesos de división territorial, a los que califica de vergonzosos.
“Ante la falta de atención del Estado, los políticos locales, antes que contribuir a generar una presión sobre sus compañeros en el Congreso y sobre el Ejecutivo para destinar partidas presupuestarias a favor de esas comunidades, han optado por montarlas en el carro de las transferencias a los cabildos”, explica el economista especializado en desarrollo humano y empoderamiento social, Pavel Isa Contreras. La experiencia demuestra, según Isa Contreras, que, en el caso de las secciones, la mayoría no tiene las condiciones para funcionar como entidades municipales.
Su población tiende a ser escasa y dispersa, y la infraestructura es muy precaria, lo que hace que una entidad municipal funcione de modo deficitario: “La provisión de servicios para una población dispersa se hace poco efectiva y labores municipales fundamentales como la planificación y el ordenamiento son inexistentes”.
En estos momentos República Dominicana cuenta con 31 provincias, un Distrito Nacional, 155 municipios y 229 distritos municipales.
Tirso Mejía Ricart, ex director del Consejo Nacional de Reforma del Estado (Conare), explicó que antes de producirse la división del Distrito, en 2001, en el país había 138 municipios y alrededor de 100 distritos municipales.
Barranca es un distrito municipal
En la sesión extraordinaria de ayer los diputados convirtieron la sección de Barranca, de La Vega, en distrito municipal. Lo mismo hicieron con la sección Abreu, de María Trinidad Sánchez. En Santiago, la sección Las Cabuyas pasó a ser distrito, y el distrito municipal La Canela fue elevado a municipio. Los proyectos fueron presentados por diputados del PRD y el PLD. Tendrán que ser aprobados en el Senado para convertirse en leyes.
A principios de año el diputado Giovanni Tejada causó un revuelo nacional porque propuso dividir la ciudad de Santiago en tres municipios diferentes.
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