sábado, 2 de julio de 2011

Dimite el jefe de Policía de Puerto Rico tras el mes más sangriento de la historia

EL GOBERNADOR LUIS FORTUÑO ANUNCIÓ ESTA MAÑANA LA DESIGNACIÓN DEL CORONEL JOSÉ LUIS RIVERA COMO SUPERINTENDENTE INTERINO EFE
San Juan

El jefe de la Policía de Puerto Rico, José Figueroa Sancha, dimitió hoy de su cargo después de que el pasado junio finalizar como el mes más violento de la historia criminal del país con 101 asesinatos.

El gobernador Luis Fortuño anunció esta mañana la designación del coronel José Luis Rivera como superintendente interino de la Policía de Puerto Rico en sustitución de Figueroa Sancha.

Figueroa Sancha solicitó al gobernador que lo relevara de sus funciones para atender asuntos personales de salud, según señala el comunicado oficial del Ejecutivo.

"José Figueroa Sancha fue un luchador incorruptible, incansable e implacable contra el crimen y el narcotráfico. Bajo su mando se atacaron y desarticularon poderosas organizaciones de narcotráfico como nunca antes se había visto en Puerto Rico", dijo el gobernador a través del comunicado.

Fortuño destacó el trabajo de Figueroa Sancha en conjunto con las autoridades federales como ejemplo de unión de esfuerzos y recursos por el bien de Puerto Rico.

"Le deseamos todo lo mejor y esperamos que pueda pronto atender sus asuntos personales. Puerto Rico necesita personas de la integridad y capacidad de José Figueroa Sancha", añadió el líder del Ejecutivo.

El nuevo superintendente interino, coronel Rivera, es un policía de carrera que ha servido en la Policía de Puerto Rico durante más de treinta años.

Rivera dirigió durante los dos últimos años la Superintendencia en Asuntos de Administración y fue promovido posteriormente a superintendente asociado.

"Me voy del Cuartel General profundamente orgulloso de nuestra Policía, que hoy más que nunca le sirve a nuestro pueblo con dignidad y respeto", dijo por su parte Figueroa Sancha en el adiós a sus compañeros.

El ya exjefe de la Policía destacó sentirse conmocionado por la situación, pero matizó que era un paso necesario dado su estado de salud, del que, no obstante, no dio detalles.

La prensa puertorriqueña apuntó en sus ediciones a través de internet hoy que la decisión pudo estar motivada por el número de asesinatos en ascenso imparable que registra Puerto Rico, país en el que cada fin de semana muere una media de 10 personas.

La elevada cifra de muertos de junio se incrementó por los 25 muertos del pasado fin de semana, en el que se registró un asesinato múltiple de 4 personas en un ajuste de cuentas por drogas.

La causa principal de las muertes que se producen en las calles de Puerto Rico son los ajustes de cuentas entre bandas criminales que luchan por el control de puntos de venta de droga.

El Ejecutivo ha reforzado el número de agentes e, incluso, sacó a las calles a la Guardia Nacional hace meses, medida que no ha reducido el número de asesinatos. EFE

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