Las estrategias diseñadas en el país para prevenir los feminicidios no han logrado evitar esas muertes violentas, que siguen llevando luto y dolor a las familias.
Durante los últimos siete años, el país registra el asesinato de 1,243 mujeres. En el 2010 ocurrió la mayor cantidad, con un total de 210.
Las estadísticas más recientes correspondientes a este año muestran que la cifra continúa incrementándose, al elevarse a 90 en los primeros cinco meses.
La procuradora adjunta para asuntos de la mujer, Rosanna Reyes, considera que la tendencia va hacia la baja, porque compara ese período con los primeros cuatro meses del 2010, cuando se reportaron 102 casos.
Pero a los feminicidios por lo general le anteceden una serie de denuncias de maltrato y abuso, que en los últimos tres años constituye un número alarmante, pues del 2008 al 2010, las fiscalías barriales, destacamentos policiales y unidades especializadas recibieron 173,877 querellas de delitos sexuales y violencia de género.
Las denuncias llevan una escala ascendente, debido a que en el 2008 fueron presentadas 48,979, en el 2009 se elevó a 60,876 y en el 2010 a 64,022. La mayoría de las denuncias fue por violencia intrafamiliar y de género, con un total de 157,300 y las restantes 16,577 por delitos sexuales.
Los datos sobre los primeros meses de este año no han sido revelados. Para Magaly Pineda, directora del Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF), en el país han fallado las medidas de prevención y de protección que establece la ley 24-97 sobre violencia intrafamiliar.
Critica que solamente existen dos refugios de mujeres en condiciones de violencia y que las fiscalías especializadas tampoco son suficientes.
Al mismo tiempo considera que existen muchos jueces y fiscales poco concienciados sobre la violencia intrafamiliar y sobre la importancia de las medidas de protección.
“No tenemos un sistema de protección eficiente, no se aportan los recursos”, afirma Pineda.
Entiende que falta mucho por hacer en la sensibilización ciudadana, pues enfatiza que cuando un juez concede un pago de una fianza como medida preventiva a un confeso asesino de una mujer significa que para ese magistrado la vida de las mujeres no vale nada.
“Muchas veces los medios de comunicación cuando van a cubrir un feminicidio se encuentran que en el barrio alguien dice: él le daba muchos golpes, aquí todo el mundo sabía que iba a pasar una tragedia, todo el mundo lo sabía y nadie lo denuncia”, precisó.
Cree que en el país se debe romper esa cultura de tolerancia a la violencia contra las mujeres, que considera persiste en amplios sectores de la sociedad, con la expresión de que “en pleito de marido y mujer nadie se puede meter”.
Subraya que se necesitan campañas de sensibilización permanentes. Planteó que los ayuntamientos deben involucrarse más y desempeñar un papel más activo en la prevención, porque considera que las autoridades municipales se hacen de la vista gorda.
La ley 24-97 sobre violencia intrafamiliar sanciona y establece medidas de prevención, la cual, en opinión de Pineda, es una de las mejores legislaciones de América Latina, porque ha contribuido a que cada día más mujeres presenten denuncias.
La legislación será revisada para modernizarla.
Salas especiales
El país solo cuenta con 14 unidades de atención integral a las víctimas de violencia de género, intrafamiliar y delitos sexuales en todo el territorio. Están las provincias Santo Domingo, Azua, Hermanas Mirabal, Distrito Nacional, San Pedro de Macorís, Higu¨ey, Moca, Bonao, La Vega, Puerto Plata, Santiago, San Cristóbal, Baní y San Juan de la Maguana.
Reyes precisó que en tres de ellas la Procuraduría para asuntos de la mujer creó los “Espacios de Esperanza”, en coordinación con el Despacho de la Primera Dama.
Esas salas especiales, precisa Reyes, constan de un área de entrevista especializadas, a fin de que las víctimas de los delitos no sean revictimizadas, teniendo que contar la historia dos veces.
Explicó que los jueces y fiscales se trasladan a ese lugar para presenciar la entrevista que el terapeuta hace al niño víctima del feminicidio y a la mujer maltratada.
Los jueces y fiscales pueden hacer preguntas, pero a través del profesional de la conducta, las cuales se graban y se toma como prueba en el tribunal.
“Estamos cuidando mucho la estructura de las unidades para que víctimas y agresores no se junten, no se pueden entrevistar juntos, hay un desequilibrio de fuerzas”, enfatizó Reyes.
Resaltó que trabajan para unificar los procedimientos y protocolos de todas las unidades que brindan atenciones a las víctimas de violencia intrafamiliar.
El Instituto Caribeño para el Estado de Derecho, establece en un informe del II Estudio de Incidencia de las armas de fuego en la violencia de Género, que la gran mayoría de las víctimas siente que se encuentra en peligro por la tenencia de arma de fuego en el hogar. El sondeo mostró que el 34% de las mujeres consultadas fueron amenazadas por armas de fuego, aunque ninguna fue blanco de disparos.
Según el estudio, el 83% de las armas poseídas por las parejas o ex parejas estaban legales y la gran mayoría de los agresores eran militares.
La encuesta abarcó a 18 mujeres que asistieron a la Unidad de atención del Distrito Nacional, en un período de dos semanas. “Es nuestra visión que no sólo son víctimas las mujeres que mueren diariamente por impacto de bala, sino aquellas que, aún denunciándolo, se sienten amenazadas, directa o indirectamente, por la presencia de un arma de fuego en el hogar”, destaca el estudio divulgado en junio.
LUGAR OCUPA EL PAÍS ANTE FEMINICIDIOS
La República Dominicana tiene a nivel de América Latina una tasa de 12.2 por ciento de muertes de mujeres por cada 100,000 habitantes, según expuso la procuradora adjunta para asuntos de la mujer. Rosanna Reyes señala que esa tasa es una de las más bajas de los países de la región.
Según la Organización de las Naciones Unidas, El Salvador, Guatemala y Honduras son los tres países latinoamericanos donde ocurren la mayor cantidad de asesinatos de mujeres, a lo cual se le denomina el “triángulo negro”.
En el país, desde hace un tiempo, las autoridades clasifican las estadísticas sobre los feminicidios en íntimos y no íntimos. Llaman feminicidios íntimos al asesinato de mujeres por asuntos pasionales y como no íntimos a los que ocurren fuera de la relación de pareja.
Informan que de los 1,243 feminicidios registrados desde el 2005 hasta mayo de este año, 649 fueron íntimos y 594 no íntimos. De los 90 reportados en los primeros cinco meses de este año, 43 fueron íntimos y 47 no íntimos.
Está de acuerdo con el proyecto que presentó el ex fiscal del Distrito Nacional, José Manuel Hernández Peguero, para que sean los juzgados de paz que conozcan los casos de feminicidios en el país.
Enfatiza que una víctima de la violencia nunca se puede ir peor de como llegó a las unidades de atención
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