martes, 16 de agosto de 2011

Gualey: la otra cara ESTE SECTOR POSEE INNUMERABLES CUALIDADES, PERSONAS VALIOSAS Y DIGNAS DE ADMIRAR

Santo Domingo
Preparación. La juventud de Gualey se organiza y se prepara para hacer frente a las adversidades de la vida y aportar al desarrollo de la nación dominicana.

Cuando se escucha el nombre del populoso barrio Gualey, de inmediato se asocia a hechos violentos, calles inseguras y enfrentamientos entre bandas, cosas que generan una percepción que no contribuye a la imagen y al desarrollo de este sector. Sin embargo, esta comunidad posee innumerables cualidades, personas valiosas y dignas de admirar, muchas de las cuales han salido de esa realidad, con tesón y gran esfuerzo.

Gualey está ubicado en el litoral oeste del río Ozama, en el Distrito Nacional, fue fundado en el año 1957 por un grupo de familias pobres que fueron desalojadas de Farís, hoy ensanches Luperón y Espaillat, así como por emigrantes de zonas rurales empobrecidas del país, a quienes el dictador, Rafael Leonidas Trujillo Molina, cedió los terrenos que hoy ocupan los habitantes de esta barriada.

A principio de su fundación, tuvo por nombre Pinar del Río, en honor a la provincia cubana del mismo nombre; luego se le llamó San Rafael para resaltar la figura del sátrapa gobernante de la época, Rafael Leonidas Trujillo y más tarde, fue renombrado como Gualey.

Lejos de lo que se pudiera pensar, este barrio cuenta con muchos ciudadanos y ciudadanas interesados en el desarrollo y el bienestar, tanto de su comunidad, como del país.

Para estos fines, sus moradores se han agrupado en más de 100 organizaciones e instituciones que forman el Consejo de Desarrollo Barrial de Gualey, desde donde luchan por las necesidades comunes de la colectividad, diseñando y ejecutando novedosos programas a favor de sus habitantes.

Unidos por el desarrollo
Entre esas organizaciones e instituciones que trabajan por el desarrollo de Gualey se destaca el Instituto Politécnico Parroquial Santa Ana (IPOPSA), el cual realiza una labor ejemplar a favor de la educación y la formación técnica de cientos de jóvenes residentes en la zona.

El IPOPSA, fundado como politécnico en 1988; antes fue la escuela Santa Ana y abrió sus puertas el 16 de enero de 1990, iniciando su área técnica un año después, ha graduado a la fecha cerca de 2 mil quinientos bachilleres en las áreas de electrónica, electricidad, artes gráficas, administración y comercio, mención contabilidad y finanzas, corte y confección e informática. Otro elemento resaltable, es que es el único centro escolar del país que contempla en su agenda curricular el bachillerato en Artes, donde se imparten, además de las materias básicas, las clases de música y artes visuales.

Sor Asunción Molina Batista, directora del centro estudiantil, relata con entusiasmo que reconocidas empresas nacionales y extranjeras, radicadas en nuestro país, han integrado, como parte de su personal de labores, a jóvenes egresados del Politécnico Santa Ana de Gualey, quienes han logrado ganar un espacio en la sociedad, y hoy ocupan puestos como ejecutivos bancarios, administradores, periodistas, diseñadores gráficos, entre otros.

Tal es el caso de la periodista Jenny Aquino, de 29 años, graduada de ese Politécnico, quien en la actualidad se desempeña como reportera del noticiario Telenoticias, canal 11, y cubre la fuente de Justicia donde realiza una loable labor periodística.

Esta joven profesional, orgullo de Gualey, hizo estudios de doctorado en Sociedad de la Información y el Conocimiento, de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSAM), campo Madrid.

“Fue en estas paredes que tuve la oportunidad de aprender, no sólo las materias que me daban, sino que también afiancé mi vocación, valores de amistad sincera y de poder hablar de mi barrio, Gualey”, destacó la hoy periodista y antigua alumna de Santa Ana.

Hurgando en el pasado de este centro, pudimos dar con Delfinieves Batista Lapaix, una joven de 26 años, egresada del bachillerato en artes durante el año 2001 y quien en la actualidad es estudiante de término de la carrera de arquitectura y profesora del centro estudiantil.

Batista Lapaix enseña las asignaturas de dibujo arquitectónico uno y dos, dibujo digital, diseño y escenografía teatral, introducción a la semiología, patrimonio artístico dominicano, comentario de textos e imágenes y fotografía. Una vez más, se evidencia que es posible conquistar el mundo desde las mismas entrañas de la pobreza y eso también lo muestra Roberto Antonio Rubiera, quien salió del politécnico en ese mismo año 2001, con el título de Bachiller en Artes Visuales y en la actualidad es graduado de la escuela de diseño de Altos de Chavón.

Como quien desea dejar un legado de lo aprendido, Rubiera es profesor en el Politécnico Santa Ana desde el año 2006, enseñando dibujo artístico, pintura, grabado, así como diseño en 2D y 3D, escultura, ilustración e historia del arte. Conjuntamente a su compromiso docente, labora como diseñador en el departamento de artes del periódico Hoy y realizó trabajos en esa área para algunas publicitarias del país.

En el caso de Ramiro Ramírez, quien apenas alcanza los 24 años de edad, este humilde personaje, oriundo de Gualey, culminó el bachillerato en esa entidad educativa hace seis años, integrándose después a las labores docentes en estas mismas instalaciones, impartiendo las clases del taller de informática como son sistema operativo, base de datos, comunicaciones, teleproceso, servidores, entre otras.

Ramírez, es estudiante de término de la carrera Redes de Información en el Instituto Tecnológico de las Américas (ITLA), también trabaja como profesor de esta área para el IPOPSA-INFOTEP en la tanda nocturna.

La acción social que realizan los estudiantes de artes visuales, al plasmar en sus dibujos los temas que tienen que ver con la familia, la niñez, la lucha contra la violencia y la delincuencia, la paz y el desarrollo de su comunidad, es una labor digna de admirar, y debe servir de estímulo a otras generaciones.

Gualey tiene entre sus necesidades más urgentes, la construcción de una escuela básica y un liceo secundario, según explicó el dirigente comunitario Facundo Reyes, al tiempo de elogiar el esfuerzo de los estudiantes que pasaron por las aulas del Politécnico Santa Ana.

Vemos con estos ejemplos, que de nuestros barrios no sólo surgen elementos negativos, sino que su gente ha ido cambiando el rostro desfigurado de la delincuencia por la cara de la superación a través de la educación, el conocimiento y por consiguiente el progreso de sus habitantes.

Manuel Bondenlle, un sacerdote español, cuya labor pastoral se prolongó por 22 años en Gualey se arma del pensamiento del filósofo chino, Confucio, para definir, desde su experiencia, lo que hacen estos jóvenes, procedentes de uno de los sectores más poblados de Santo Domingo: “Encender una vela antes que maldecir la oscuridad”.

LA BARRIADA DISCRIMINADA
Alejandro Cabrera, sacerdote de la Parroquia Santa Ana de Gualey, expresa con preocupación la amarga experiencia que viven muchos jóvenes de este sector, ya que a la hora de solicitar un empleo suelen ser rechazados al constatar en sus curriculums el lugar donde residen.

“Puedo mencionar el ejemplo de un joven graduado con honores de la carrera de arquitectura en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), quien a pesar de poseer altas calificaciones y un comportamiento ejempla en la comunidad, no fue escogido para el puesto que solicitó en una reconocida empresa del país, debido a su procedencia barrial”, manifestó el cura párroco Cabrera.FUENTE LISTIN DIARIO

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