La incontinencia urinaria se ha convertido en un problema de salud pública ya que el 45 por ciento de las mujeres por encima de 45 años presentan algún grado de incontinencia, lo que afecta su calidad de vida.
Así lo reveló ayer Alberto Bassa Canario, ginecólogo y cirujano del piso pélvico, quien dijo que lo que más preocupa es que todavía en República Dominicana muchas mujeres que presentan ese problema guardan silencio y no buscan ayuda profesional lo que empeora su condición.
Bassa Canario, quien dirige la recién formada Clínica de Ginecología-urológica y Cirugía del Piso Pélvico del hospital Luis Eduardo Aybar, dijo que existen tratamientos que controlan con mucho éxito la incontinencia urinaria o salida involuntaria de la orina.
Informó que cada semana en dicho servicio recibe 20 pacientes con trastornos del piso pélvico, mayormente descensos y con incontinencia urinaria cuya frecuencia es mayor que lo que se piensa, por lo que requiere que se le tome en cuenta como problema de salud pública.
Entre las causas de la incontinencia citó las directas que son traumas obstétricos que ocurren durante el parto que puede haber desgarros de los músculos y de manera indirecta el estado de la menopausia, los tejidos comienzan a debilitarse.
Entre los signos de alerta cita la salida de la orina cuando la persona se ríe, tose o cuando hace un esfuerzo o se siente un deseo imperioso de orinar que obliga a salir corriendo para el baño.
Dijo que eso cambia la calidad de vida de las pacientes porque tienen miedo de salir y que se les salga la orina, tienen que estar ubicando el baño donde quiera que llegan, se les hace difícil socializar, se sienten con olor a orina y en casos graves se ven obligadas a usar toallas desechables. Bassa Canario, quien se especializó en Bogotá, Colombia, dijo que la incontinencia puede prevenirse con ejercicios conocidos como Kegel, que sirven para mantener el tono de la vagina y rehabilitación del piso pélvico en pacientes con incontinencia urinaria leve, los cuales se practican cuando se va a orinar, contrayendo la uretra por 10 segundos. Entre los tratamientos señaló que existen los no quirúrgicos como los farmacológicos y la rehabilitación de piso pélvico con fisiatras entrenados, uso de medicina regenerativa con células madre (en fase experimental en algunos países) y el manejo con pesarios que es una especie de prótesis que se introduce en la vagina en pacientes que no se pueden operar, así como la cirugía con malla tipo sling, y las de polipropileno multianclaje. Recordó que incontinencia urinaria se define como la pérdida involuntaria de orina que representa un problema higiénico y social.
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