El cadáver del periodista televisivo José Silvestre fue encontrado ayer cerca de la ciudad de La Romana con dos heridas de bala en el abdomen, varias horas después de que, según testigos, cuatro hombres le propinaran una paliza y se lo llevaran en un vehículo todo terreno.
“Las autoridades dominicanas deben garantizar una investigación sin demoras y exhaustiva sobre las circunstancias que rodean la muerte de José Silvestre y hacer que sus responsables comparezcan ante la justicia”, afirmó Susan Lee, directora del Programa Regional para América de Amnistía Internacional.
“Si se averigua que su muerte pudo haberse evitado con una mejor protección, las autoridades deben hacer pública dicha información y garantizar que en el futuro se adoptan más medidas para proteger a los periodistas en peligro.”
En los últimos meses, Silvestre, que trabajaba como presentador de la emisora regional Caña TV, había sido víctima de varios ataques, después de informar sobre cuestiones relacionadas con el narcotráfico, en las que dio a entender que estaban involucrados empresarios y funcionarios antidroga. En mayo fue detenido por difamación, tras denunciar al fiscal local José Polanco Ramírez por su presunta relación con una red de narcotráfico.
También en mayo, la casa de Silvestre fue tiroteada y, según su hermana, la semana pasada intentaron matarle unos asaltantes desconocidos.
Debido a estos ataques, el Sindicato Nacional de Trabajadores de Prensa había solicitado en mayo protección policial para Silvestre. Las autoridades no atendieron la petición.
Según informes, el jefe de la Policía Nacional, José Armando Polanco Gómez supervisa una investigación sobre la muerte de Silvestre.
Muchos periodistas de la República Dominicana sufren amenazas y ataques, especialmente cuando informan sobre el narcotráfico y denuncian presuntos vínculos entre funcionarios públicos y redes de narcotráfico. Según el Sindicato Nacional de Trabajadores de Prensa, entre enero y mayo de este año han sido atacados más de 30 periodistas y trabajadores de prensa.
“Dados los numerosos informes de ataques y amenazas contra periodistas, las autoridades dominicanas deben condenar enérgicamente estos incidentes, investigar exhaustivamente cada caso y facilitar protección adecuada a los periodistas”, concluyó Susan Lee.
“Los periodistas deben poder realizar su labor sin temer por su vida.”.
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