En octubre se cumplirán diez años de la promulgación de la ley que convirtió a los sectores periféricos del Distrito Nacional en una provincia, que hoy cuenta con siete municipios, ocho distritos municipales y una larga lista de tareas pendientes.
A estas alturas del 2011, Santo Domingo tiene la mayor concentración poblacional de República Dominicana (2 millones 359 mil 327 habitantes, según el Censo Nacional de Población y Vivienda del 2010), y posee el 14 por ciento de las empresas instaladas en el territorio nacional. En este reglón sólo es superada por el 42 por ciento correspondiente a la capital.
A pesar de que técnicos y dirigentes políticos se opusieron a su conformación, la provincia de 30 diputados tiene una tendencia de construcción de grandes centros comerciales, industrias, espacios de recreación diurna y nocturna, y complejos residenciales de clase media, así como a los campesinos que emigran para probar mejor suerte en las márgenes capitalinas.
“La división lo que ha hecho es tratar de administrar de manera más eficiente los territorios. Ahora los alcaldes están, por lo menos, cerca de donde están los hoyos y la basura. Villa Mella apenas tenía una clínica rural, y ahora tiene hasta un metro”, explica Tirso Mejía-Ricart, diseñador del proyecto de descentralización del Distrito.
Cambio. Aunque reconoce que el plan inicial no contemplaba la formación de gobiernos locales independientes, Mejía-Ricart sostiene que la división ha redundado en beneficios para la ciudanía. Según él, se elaboraron “los mecanismos que permiten llevar las condiciones propias de la vida urbana más lejos del centro de la capital. No se ha resuelto todo, pero indudablemente los ciudadanos están más ‘importantizados”.
Sus declaraciones recuerdan que en el municipio Santo Domingo Norte es donde nace y tiene su mayor extensión el Metro de Santo Domingo, la obra estatal más costosa de los últimos ochos años (cerca de 700 millones de dólares). La segunda línea de este sistema de transporte tendrá uno de sus extremos en el kilómetro nueve de la autopista Duarte y otro en la cabecera del puente Sánchez.
En tiempos de campaña, los gobiernos encabezados por los dos principales partidos políticos también se han preocupado por materializar amplios programas de asfaltado, asistencia social momentánea y distribución de puestos de trabajos públicos, para dar apoyo a sus alcaldes y altos dirigentes municipales.
Proporción. La provincia está compuesta por los municipios Santo Domingo Este, Santo Domingo Norte, Santo Domingo Oeste, San Antonio de Guerra, Pedro Brand, Boca Chica y Los Alcarrizos. Tiene una densidad poblacional de 1,814 habitantes por kilómetro cuadrado.
“El cambio tiene que sentirse. Antes teníamos un camión para recoger la basura una vez por mes. Ahora tenemos cinco camiones, y un presupuesto municipal que permite mantener a trescientos empleados”, asegura la alcaldesa de San Antonio de Guerra, una comunidad a la que el dictador Rafael Leónidas Trujillo le quitó la categoría de municipio en 1952, para que los congresistas se la devolvieran 53 años después, en el 2005. Martina de Jesús García recuerda que Guerra, por ser zona de producción cañera, llegó a ser considerada como otro batey del Este.
El solo hecho de cambiar de condición política, dice, ha permitido que sus habitantes reciban mayores proporciones del Presupuesto Nacional. El sentimiento de conformidad va más allá de San Antonio de Guerra, para ubicarse en Boca Chica, Santo Domingo Este, La Victoria y Villa Mella, donde se levantan voces de queja.FUENTE EL CARIBE.COM
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