Podemos decir de manera definitiva que el régimen de Gadafi ha llegado a su fin"
Hillary Clinton, advirtió de que la desaparición del dictador "no garantiza el fin del conflicto"
Redacción internacional, 20 oct (EFE).- Libia inicia hoy, con la muerte del Muamar el Gadafi, una etapa crucial de cara a un futuro democrático y a la reconciliación nacional, según la comunidad internacional, que alertó, no obstante, de que el camino será largo.
Horas después de que el Consejo Nacional de Transición (CNT) confirmara el fallecimiento del dictador a manos de los rebeldes en Sirte, su ciudad natal, el presidente de EEUU, Barack Obama, aseguró que su muerte abre "una oportunidad para el pueblo libio de decidir su propio destino" e instó a respetar los derechos humanos y poner a buen recaudo las armas pesadas.
"Podemos decir de manera definitiva que el régimen de Gadafi ha llegado a su fin", resaltó Obama, quien señaló que EEUU está comprometido con un futuro que incluya la "libertad, dignidad y oportunidad" para todos, aunque "no nos engañamos: el camino de Libia hacia la democracia será largo".
Previamente, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, advirtió de que la desaparición del dictador "no garantiza el fin del conflicto", pues ambos bandos -gadafistas y rebeldes- repartieron muchas armas entre la población.
De hecho, la OTAN, que estudia reunirse mañana para tratar del posible fin de la misión en Libia, afirmó en un primer momento que seguirá por ahora su operación militar para proteger a los civiles.
La Alianza asumió el control de las operaciones internacionales en Libia el 31 de marzo y, durante este tiempo, sus aviones han bombardeado objetivos del régimen de Gadafi y sus barcos han asegurado la aplicación del embargo de armas impuesto por la ONU.
Desde Naciones Unidas, su secretario general, Ban Ki-moon, opinó que este día supone una "transición histórica" en Libia, instó a las partes a dejar las armas y trabajar por la paz y subrayó que es el momento de que los libios permanezcan juntos.
Frente al silencio que guardan el Magreb y Oriente Medio, desde Europa se sucedieron las voces sobre la nueva Libia.
Así, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, indicó que la desaparición de Gadafi constituye una etapa significativa en la lucha del pueblo libio "para liberarse del régimen dictatorial y violento que les impuso durante más de cuarenta años".
"Una nueva página se abre para los libios, la de la reconciliación dentro de la unidad y la libertad", añadió Sarkozy, quien prometió el apoyo de Francia.
En la misma línea, la canciller alemana, Angela Merkel, declaró que "este día supone el punto y final del régimen de Gadafi, es un día importante para los libios. Con él acaba una guerra sangrienta que Gadafi ha librado contra su propio pueblo. El camino queda definitivamente libre para un nuevo comienzo político en paz".
"Libia debe ahora emprender con rapidez más pasos decididos rumbo a la democracia y convertir en irreversibles los logros de la primavera árabe", manifestó Merkel, quien subrayó que Alemania acompañará y apoyará a Libia en este camino.
En Londres, el primer ministro británico, David Cameron, dijo que la población libia tiene hoy una gran oportunidad de construir "un futuro fuerte y democrático", tarea en la que contará con la ayuda del Reino Unido.
Este es el día, añadió, en que hay que recordar a las víctimas de la "brutal dictadura" de Gadafi y se refirió a las del atentado de Lockerbie (Escocia, 1988), del terrorismo del Ejército Republicano Irlandés (IRA, que recibió explosivo Semtex del régimen de Gadafi) y a la agente de policía Yvonee Fletcher (muerta en 1984 en Londres).
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, señaló que con la muerte de Gadafi la guerra en Libia "ha terminado" y dijo "Sic transit gloria mundi" ("Así pasa la gloria del mundo").
Por su parte, el Vaticano, que reconoció al CNT como "legítimo representante del pueblo libio, conforme al derecho internacional", expresó su "apoyo" a la población y a su transición política, con el deseo de que tenga éxito en la reconstrucción.
También para la UE la muerte de Gadafi "marca el final de una era de despotismo y represión" durante "demasiado tiempo", según los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quienes pidieron al CNT que emprenda "un proceso de reconciliación" dirigido a todos los libios y permita "una transición democrática, pacífica y transparente".
La responsable de política exterior de la UE, Catherine Ashton, destacó que la muerte de Gadafi supone el punto final de un "período trágico" para muchos libios e instó a la reconciliación nacional.
Al conocerse las primeras informaciones sobre la captura del dictador, el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, indicó que "la suerte de Gadafi debe decidirla el pueblo libio" y agregó: "esperamos que en Libia se haga la paz y que aquellos que dirijan el Estado puedan llegar a un acuerdo sobre el sistema de Gobierno".
Horas después de que el Consejo Nacional de Transición (CNT) confirmara el fallecimiento del dictador a manos de los rebeldes en Sirte, su ciudad natal, el presidente de EEUU, Barack Obama, aseguró que su muerte abre "una oportunidad para el pueblo libio de decidir su propio destino" e instó a respetar los derechos humanos y poner a buen recaudo las armas pesadas.
"Podemos decir de manera definitiva que el régimen de Gadafi ha llegado a su fin", resaltó Obama, quien señaló que EEUU está comprometido con un futuro que incluya la "libertad, dignidad y oportunidad" para todos, aunque "no nos engañamos: el camino de Libia hacia la democracia será largo".
Previamente, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, advirtió de que la desaparición del dictador "no garantiza el fin del conflicto", pues ambos bandos -gadafistas y rebeldes- repartieron muchas armas entre la población.
De hecho, la OTAN, que estudia reunirse mañana para tratar del posible fin de la misión en Libia, afirmó en un primer momento que seguirá por ahora su operación militar para proteger a los civiles.
La Alianza asumió el control de las operaciones internacionales en Libia el 31 de marzo y, durante este tiempo, sus aviones han bombardeado objetivos del régimen de Gadafi y sus barcos han asegurado la aplicación del embargo de armas impuesto por la ONU.
Desde Naciones Unidas, su secretario general, Ban Ki-moon, opinó que este día supone una "transición histórica" en Libia, instó a las partes a dejar las armas y trabajar por la paz y subrayó que es el momento de que los libios permanezcan juntos.
Frente al silencio que guardan el Magreb y Oriente Medio, desde Europa se sucedieron las voces sobre la nueva Libia.
Así, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, indicó que la desaparición de Gadafi constituye una etapa significativa en la lucha del pueblo libio "para liberarse del régimen dictatorial y violento que les impuso durante más de cuarenta años".
"Una nueva página se abre para los libios, la de la reconciliación dentro de la unidad y la libertad", añadió Sarkozy, quien prometió el apoyo de Francia.
En la misma línea, la canciller alemana, Angela Merkel, declaró que "este día supone el punto y final del régimen de Gadafi, es un día importante para los libios. Con él acaba una guerra sangrienta que Gadafi ha librado contra su propio pueblo. El camino queda definitivamente libre para un nuevo comienzo político en paz".
"Libia debe ahora emprender con rapidez más pasos decididos rumbo a la democracia y convertir en irreversibles los logros de la primavera árabe", manifestó Merkel, quien subrayó que Alemania acompañará y apoyará a Libia en este camino.
En Londres, el primer ministro británico, David Cameron, dijo que la población libia tiene hoy una gran oportunidad de construir "un futuro fuerte y democrático", tarea en la que contará con la ayuda del Reino Unido.
Este es el día, añadió, en que hay que recordar a las víctimas de la "brutal dictadura" de Gadafi y se refirió a las del atentado de Lockerbie (Escocia, 1988), del terrorismo del Ejército Republicano Irlandés (IRA, que recibió explosivo Semtex del régimen de Gadafi) y a la agente de policía Yvonee Fletcher (muerta en 1984 en Londres).
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, señaló que con la muerte de Gadafi la guerra en Libia "ha terminado" y dijo "Sic transit gloria mundi" ("Así pasa la gloria del mundo").
Por su parte, el Vaticano, que reconoció al CNT como "legítimo representante del pueblo libio, conforme al derecho internacional", expresó su "apoyo" a la población y a su transición política, con el deseo de que tenga éxito en la reconstrucción.
También para la UE la muerte de Gadafi "marca el final de una era de despotismo y represión" durante "demasiado tiempo", según los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quienes pidieron al CNT que emprenda "un proceso de reconciliación" dirigido a todos los libios y permita "una transición democrática, pacífica y transparente".
La responsable de política exterior de la UE, Catherine Ashton, destacó que la muerte de Gadafi supone el punto final de un "período trágico" para muchos libios e instó a la reconciliación nacional.
Al conocerse las primeras informaciones sobre la captura del dictador, el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, indicó que "la suerte de Gadafi debe decidirla el pueblo libio" y agregó: "esperamos que en Libia se haga la paz y que aquellos que dirijan el Estado puedan llegar a un acuerdo sobre el sistema de Gobierno".
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