El pequeño puente de madera situado a los pies de las murallas que durante la época colonial salvaguardaron la ciudad de los ataques piratas, se cae a pedazos.La estructura que no sólo resalta la belleza del entorno, sino que además sirve para que los peatones, en su mayoría turistas, crucen la avenida Francisco Alberto Caamaño, mejor conocida como avenida del Puerto se encuentra en un avanzado estado de deterioro.
Con tablones supuestos y otros podridos, el puente representa un peligro para los transeúntes debido a que en muchas de sus partes no cuenta con el soporte central de acero para sostener la madera.
Los mayores daños se encuentran en el centro y al final de la pasarela, donde faltan varios listones lo que origina que la gente tenga que cruzar con precaución para no caer en la zanja.
Muchos prefieren utilizar la calle en lugar del puente poniendo en riesgo sus vidas, ya que al encontrarse en una curva los vehículos suelen transitar a alta velocidad por la vía.
Uno de los factores que influyen en el deterioro del puente es que es utilizado por algunos motoristas que se aventuran a cruzar por allí.
Así lo asegura un empleado del Ayuntamiento que trabaja en el mantenimiento del lugar, quien atribuye el deterioro del puente a que los policías motorizados que patrullan por el lugar continuamente cruzan por el puente, pese a estar concebido para los peatones.
“Esos son los policías que pasan huyendo por el puente, sabiendo que eso no aguanta mucho”.
Las constantes lluvias también contribuyen a que la madera se pudra con mayor facilidad y el deterioro se haga más evidente.
Durante la visita al lugar, también se observó que la parte baja del puente está cubierta de desperdicios.
Guadalupe González, turista mexicana, dijo a periodistas de elCaribe que es penoso que un lugar de la belleza e importancia de la Zona Colonial se encuentre tan descuidada.
Mientras que empleados de Patrimonio Monumental dijeron que algunos individuos hacen sus necesidades en el entorno, por lo que solicitaron colocar vigilancia en el lugar.
Con tablones supuestos y otros podridos, el puente representa un peligro para los transeúntes debido a que en muchas de sus partes no cuenta con el soporte central de acero para sostener la madera.
Los mayores daños se encuentran en el centro y al final de la pasarela, donde faltan varios listones lo que origina que la gente tenga que cruzar con precaución para no caer en la zanja.
Muchos prefieren utilizar la calle en lugar del puente poniendo en riesgo sus vidas, ya que al encontrarse en una curva los vehículos suelen transitar a alta velocidad por la vía.
Uno de los factores que influyen en el deterioro del puente es que es utilizado por algunos motoristas que se aventuran a cruzar por allí.
Así lo asegura un empleado del Ayuntamiento que trabaja en el mantenimiento del lugar, quien atribuye el deterioro del puente a que los policías motorizados que patrullan por el lugar continuamente cruzan por el puente, pese a estar concebido para los peatones.
“Esos son los policías que pasan huyendo por el puente, sabiendo que eso no aguanta mucho”.
Las constantes lluvias también contribuyen a que la madera se pudra con mayor facilidad y el deterioro se haga más evidente.
Durante la visita al lugar, también se observó que la parte baja del puente está cubierta de desperdicios.
Guadalupe González, turista mexicana, dijo a periodistas de elCaribe que es penoso que un lugar de la belleza e importancia de la Zona Colonial se encuentre tan descuidada.
Mientras que empleados de Patrimonio Monumental dijeron que algunos individuos hacen sus necesidades en el entorno, por lo que solicitaron colocar vigilancia en el lugar.
A pocos metros de la entrada a Plaza España
El paseo se encuentra justo detrás de los cañones que conforman la Batería Baja de San Diego que data del siglo XVI. A pocos metros del puente, se encuentra la puerta principal de la Zona Colonial desde el puerto que fue construida en 1576.
Por la también llamada Puerta de la Mar acceden diariamente al casco histórico de la ciudad de Santo Domingo cientos de turistas, ya sea procedentes de los cruceros que atracan en el Puerto Don Diego o por avión.
El lugar, que constituye un punto de visita obligada para los extranjeros, se ve afectado por la basura que se acumula en el entorno lo que causa una mala imagen para los visitantes.
Por la también llamada Puerta de la Mar acceden diariamente al casco histórico de la ciudad de Santo Domingo cientos de turistas, ya sea procedentes de los cruceros que atracan en el Puerto Don Diego o por avión.
El lugar, que constituye un punto de visita obligada para los extranjeros, se ve afectado por la basura que se acumula en el entorno lo que causa una mala imagen para los visitantes.
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