El Gran Teatro del Cibao vuelve a convertirse en centro de atención y no precisamente por un espectáculo. El director del centro artístico, Lincoln López, denunció ayer anomalías de carácter administrativo y la suspensión de cinco empleados.
Con relación a esas supuestas irregularidades, el ministro de Cultura, José Rafael Lantigua, declaró que desconoce “en todos sus detalles” sobre el tema “y las motivaciones que tuvo este funcionario para dar a la publicidad la situación referida”.
Según Lantigua, López no ha informado a las autoridades del Ministerio de Cultura, debidamente, las supuestas anomalías administrativas “y ha cometido un lamentable desliz gerencial, al dar a la publicidad, sin consulta alguna, la situación planteada”.
La denuncia provocó, añadió el Ministro, “un escándalo innecesario e inoportuno que afecta sensiblemente el desenvolvimiento, imagen y prestigio de la indicada institución santiaguera”.
Su posición es que “denuncias de este tipo deben verificarse internamente y luego se toman las medidas que correspondan, conforme los reglamentos al uso”. Luego reiteró: “López no comunicó, en ningún momento, esta decisión suya”.
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