Santo DomingoLa desesperación, la larga espera para recibir asistencia ante el cúmulo de personas y la lentitud con que funcionan los procesos a lo interno de los hospitales es lo que lleva a familiares y pacientes a caer en la trampa de “intrusos” que se introducen en los centros asistenciales haciéndose pasar por médicos con el propósito de estafar.
Así lo revelaron pacientes consultados en los hospitales Darío Contreras, Luis Eduardo Aybar y Francisco Moscoso Puello, donde con frecuencia son detectados casos de “buscones” que se hacen pasar por médicos, enfermeras, camilleros y otro tipo de empleados que buscan entrar a los centros asistenciales para estafar a pacientes con promesas de agilizar procedimientos, cirugías, atenciones médicas o retiro de cadáveres a cambio de dinero.
“Imagínese, a veces llega uno a las siete de la mañana y todavía en la tarde está esperando, sin comer, cansada, y una fila de pacientes que no se acaba, si aparece alguien que le dice que le va ayudar para salir rápido, cualquiera no lo piensa dos veces y le da lo que tiene”, señala Efigenia de la Guarda, mientras esperaba consulta para cura en el hospital Darío Contreras, luego de que fuera atropellada recientemente por una motocicleta.
La gente cae en eso porque se desespera, dice Eunise Jorge, quien el pasado 23 de diciembre tuvo una caída que le provocó lesiones en un pie. “Yo vine y me atendieron de una vez, pero hay momentos en que un paciente tarda mucho para ser atendido y entonces eso hace que uno crea en cualquiera que le diga que le va ayudar”, dice.
Dice que luego de ver lo que pasó en el hospital José María Cabral y Báez de Santiago, donde fue descubierto un falso médico que estafó a varios pacientes, se puso a pensar en que primero se debe investigar antes de pagar y que en los hospitales hay procedimientos, ya que los pagos se hacen en caja.
Para María Romeo una cosa que más afecta y contribuye a la desesperación de los pacientes es que muchas veces el personal se muestra indiferente, en algunos casos, y en otros no da abasto para atender la tanta gente que llega a la emergencia.
En tanto que Ivelisse Santos, entiende que el tiempo que se pierde esperando que le atiendan o que le hagan una cirugía que se tiene pendiente es un factor que contribuye para que el paciente sea engañado.
La práctica de los “buscones” es común en la mayoría de los hospitales, a tal punto, que el Luis Eduardo Aybar es conocido por la mayoría del personal el caso de un supuesto doctor Paulino, que hace dos meses fue sacado de los pasillos del hospital, llevado a la Fiscalía y puesto en libertad.
Los empleados dicen que esa persona todavía ronda por los alrededores del centro captando pacientes a quienes les quita entre dos mil y tres mil pesos para agilizarle atención médica, sobre todo cirugías. “El anda con su bata de médico, de aquí lo sacaron esposado, pero todavía ronda por el frente, porque él hizo clientela aquí porque parece que tiene contacto con alguien adentro”, dijo una empleada del hospital.
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