Faltando casi cuatro meses para las elecciones presidenciales del 20 de mayo, los partidos políticos enfrentan como principales retos romper la barrera del 50 por ciento más uno que impone la Constitución para triunfar en la primera vuelta, concertar alianzas con otras fuerzas minoritarias y superar el maleficio de la división que acosa a muchas de estas organizaciones.
Según todas las encuestas publicadas hasta el momento, el escenario político nacional ha sido polarizado por las candidaturas de Danilo Medina, del Parido de la Liberación Dominicana (PLD), e Hipólito Mejía, del Revolucionario Dominicano (PRD), quienes se enfrentan por segunda vez en unas elecciones. No obstante, un grupo de partidos emergentes impulsa esfuerzos por lograr un acuerdo para presentar un candidato único, lo cual no despierta mayores expectativas.
La percepción más recurrida es que el triunfo en este certamen dependerá finalmente del candidato que logre concertar alianzas cualitativas y cuantitativas, en razón de que ningún partido de manera individual ha logrado rebasar el máximo requerido para la primera vuelta electoral, desde que fue instaurado en la reforma constitucional de 1994.
En 1996 se requirió una segunda vuelta electoral entre José Francisco Peña Gómez, del PRD, y Leonel Fernández por el PLD que se impuso con el apoyo del PRSC. Aunque en el 2000, Hipólito Mejía, por el PRD y aliados, ganó en la primera vuelta (49.87), se debió a un acuerdo entre los otros dos candidatos que obtuvieron el segundo y tercer lugar, Danilo Medina, del PLD, y Joaquín Balaguer, del PRSC. Medina renunció a presentarse a una segunda vuelta al no recibir el respaldo del líder reformista.
En las elecciones de 2004 y 2008, el presidente Fernández triunfó en la primera vuelta con el respaldo de un grupo de partidos minoritarios, ya que en ninguno de los casos el PLD superó el 50%. En efecto, en el 2004 su votación fue de 49.02% y con el apoyo de 11 aliados la candidatura de Fernández alcanzó el 57.11%, mientras que en el 2008 el partido morado registró 44.94% y su votación final con los aliados alcanzó un 53.83%.
El PRD no logra salir de la crisis
Tras librar una epopeya interna el 6 de marzo, como todas las convenciones que celebra esta organización, el presidente del PRD, Miguel Vargas, y su candidato, Hipólito Mejía, mantienen una tensa confrontación interna que se extiende por diez meses sin que se vislumbre en lo inmediato un acuerdo que permita solucionar la crisis. Se advierte que estas contradicciones afectan el crecimiento de la candidatura de Mejía.
Tras librar una epopeya interna el 6 de marzo, como todas las convenciones que celebra esta organización, el presidente del PRD, Miguel Vargas, y su candidato, Hipólito Mejía, mantienen una tensa confrontación interna que se extiende por diez meses sin que se vislumbre en lo inmediato un acuerdo que permita solucionar la crisis. Se advierte que estas contradicciones afectan el crecimiento de la candidatura de Mejía.
En los esfuerzos por una reconciliación han participado dirigentes y amigos, incluyendo reuniones celebradas en la residencia del hermano de Vargas, Tony Rivera, en el sector Arroyo Hondo, con la mediación de Nelson Espinal. Previo a ésto el ex presidente de Panamá y dirigente de la Internacional Socialista, Martín Torrijos, se reunió con Mejía y Vargas, pero sus esfuerzos fueron infructuosos y se marchó del país dejando una carta en la que les instaba a unificarse para llevar al poder a su partido.
La tendencia
Dada la imposibilidad de que el PRSC lleve un candidato, solo se advierte en el panorama una división, y que la parte institucional del partido apoyaría al PLD.
Dada la imposibilidad de que el PRSC lleve un candidato, solo se advierte en el panorama una división, y que la parte institucional del partido apoyaría al PLD.
Votaciones
En las elecciones presidenciales han sido determinantes las alianzas de partidos mayoritarios con emergentes, debido a la estrecha diferencia que los separa.
En las elecciones presidenciales han sido determinantes las alianzas de partidos mayoritarios con emergentes, debido a la estrecha diferencia que los separa.
PLD con un buen historial
El gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que logró conformar una sólida boleta electoral con Danilo Medina y la primera dama Margarita Cedeño de Fernández, tiene por delante el desafío de mantener la ruta victoriosa que comenzó en el 1996 con el presidente Leonel Fernández.
El gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que logró conformar una sólida boleta electoral con Danilo Medina y la primera dama Margarita Cedeño de Fernández, tiene por delante el desafío de mantener la ruta victoriosa que comenzó en el 1996 con el presidente Leonel Fernández.
Esa ruta se interrumpió en el 2000 con la derrota de Danilo Medina ante Hipólito Mejía y continuó con Fernández en el 2004, quien venció la repostulación de Mejía, y el 2008 con el triunfo de la reelección de Fernández ante Miguel Vargas. También se incluyen las victorias en las elecciones congresionales y municipales de 2006 y 2010.
Medina precisaría la consolidación de su presencia en la población votante y la alianza de nuevas fuerzas políticas, en función de las dificultades evidentes de los candidatos para ganar en la primera vuelta de manera individual.
Un pacto incierto
A pesar de que realizaron una cumbre el 10 de diciembre, la situación de alianza entre los partidos emergentes, que buscan llevar un candidato único, es cada vez más incierta. Del protocolo de intención firmado allí por el Frente Amplio, el Partido Demócrata Institucional, la Alianza Por la Democracia y Dominicanos por el Cambio al parecer se excluyó a Guillermo Moreno y Alianza País, quien dijo que no fue invitado. Ismael Reyes, del PDI, abandonó ese bloque de partido porque antes de finalizar el año no se escogieron a los candidatos presidencial y vicepresidencial. Los demás no aceptan sacrificar sus aspiraciones.
A pesar de que realizaron una cumbre el 10 de diciembre, la situación de alianza entre los partidos emergentes, que buscan llevar un candidato único, es cada vez más incierta. Del protocolo de intención firmado allí por el Frente Amplio, el Partido Demócrata Institucional, la Alianza Por la Democracia y Dominicanos por el Cambio al parecer se excluyó a Guillermo Moreno y Alianza País, quien dijo que no fue invitado. Ismael Reyes, del PDI, abandonó ese bloque de partido porque antes de finalizar el año no se escogieron a los candidatos presidencial y vicepresidencial. Los demás no aceptan sacrificar sus aspiraciones.
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