Todavía quedan desaparecidas decenas de los viajeros ilegales que iban en la yola que zozobró el sábado en la Bahía de Samaná, con 18 muertes reportadas hasta ahora.
La Defensa Civil reporta la recuperación de los cadáveres de 12 hombres y seis mujeres, con unas 14 personas rescatadas con vida, luego que naufragara la yola con unos 70 emigrantes.
Viajaban en una lancha de 38 metros de eslora y algunos contaron que pagaron 40 mil pesos por el viaje clandestino con frustrado destino hacia Puerto Rico.
El director regional de la Defensa Civil, Pablo Polanco, dijo que puede haber más sobrevivientes, pues tiene información de que muchos se esconden en matorrales para evadir a las autoridades.
Esta información no confirmada encaja con las historias que corren en Sabana de la Mar. Allí se rumora que al menos 10 sobrevivientes están en manos de pescadores que optaron por refugiarlos, debido a que supuestamente el sábado los miembros de la Marina de Guerra golpearon “salvajemente” a varios de los rescatados, entre ellos Rey David Cepeda quien está recluido en el hospital local.
En el muelle, el hospital y los puestos militares, decenas de personas buscaban a sus relacionados, mientras los afectados recordaban los dramáticos momentos de la tragedia y recibían atenciones por las quemaduras del sol. “Yo nadé todo lo que pude, cuando salió el sol pensé que nos rescatarían y no recuerdo más. Pero cuando me trajeron al hospital me dijeron que era la 1:00 de la tarde”, relata a AP María Sobeida Guzmán, de 28 años, la única mujer con vida.
En San Pedro de Macorís, las escenas de llanto se repetían en cada rincón en torno a la morgue del hospital Antonio Musa, centro al que trasladaron a 13 de los muertos, cuyos familiares comenzaron ayer a retirarlos. En la lista figura Rossana Díaz, quien se encontraba en estado de gestación. “Yo busqué a la embarazada, pero entre toda la gente no la encontré”, narró a la AP Luis Cortorreal, un pintor de 31 años y padre de tres hijos, quien nadó unas seis horas hasta llegar a la playa.
Ramón Liriano, tío de una de un joven de 24 años que salió en el viaje, merodeaba el hospital para ver si lo identificaba entre uno de los cadáveres. Una que sí encontró a su madre en la morgue fue Yamilca Ortiz, hija de Miriam Ortiz Brito, de 41 años.
En cambio, en San Francisco de Macorís, de donde provenía una gran parte de los yoleros, la desolación se apoderó ayer de una misma calle en la que hoy velan a 10 fallecidos. En la residencia de la familia Ramírez gritan desconsoladamente a tres de sus parientes.
Según testimonio que los organismos de rescate consiguieron con los sobrevivientes, muchos de los viajeros procedían de Vista al Valle, Los Chiripos, Barrio Grullón y El Madrigal, en este municipio de la provincia Duarte.
La búsqueda continuó ayer y se detuvo al llegar la noche, con participación de la Marina de Guerra, la Defensa Civil y el cuerpo de bomberos de Sabana de la Mar, un helicóptero del Servicio de Guarda Costas de Estados Unidos y pescadores voluntarios de la zona.
El capitán de navío Héctor Ramón Méndez, del Comando Naval Este de la Marina, manifestó a elCaribe que la institución tiene en la zona un guardacostas, dos lanchas rápidas y dos de rescate, además de las seis yolas de pescadores a las que les suministra el combustible.
La Defensa Civil reporta la recuperación de los cadáveres de 12 hombres y seis mujeres, con unas 14 personas rescatadas con vida, luego que naufragara la yola con unos 70 emigrantes.
Viajaban en una lancha de 38 metros de eslora y algunos contaron que pagaron 40 mil pesos por el viaje clandestino con frustrado destino hacia Puerto Rico.
El director regional de la Defensa Civil, Pablo Polanco, dijo que puede haber más sobrevivientes, pues tiene información de que muchos se esconden en matorrales para evadir a las autoridades.
Esta información no confirmada encaja con las historias que corren en Sabana de la Mar. Allí se rumora que al menos 10 sobrevivientes están en manos de pescadores que optaron por refugiarlos, debido a que supuestamente el sábado los miembros de la Marina de Guerra golpearon “salvajemente” a varios de los rescatados, entre ellos Rey David Cepeda quien está recluido en el hospital local.
En el muelle, el hospital y los puestos militares, decenas de personas buscaban a sus relacionados, mientras los afectados recordaban los dramáticos momentos de la tragedia y recibían atenciones por las quemaduras del sol. “Yo nadé todo lo que pude, cuando salió el sol pensé que nos rescatarían y no recuerdo más. Pero cuando me trajeron al hospital me dijeron que era la 1:00 de la tarde”, relata a AP María Sobeida Guzmán, de 28 años, la única mujer con vida.
En San Pedro de Macorís, las escenas de llanto se repetían en cada rincón en torno a la morgue del hospital Antonio Musa, centro al que trasladaron a 13 de los muertos, cuyos familiares comenzaron ayer a retirarlos. En la lista figura Rossana Díaz, quien se encontraba en estado de gestación. “Yo busqué a la embarazada, pero entre toda la gente no la encontré”, narró a la AP Luis Cortorreal, un pintor de 31 años y padre de tres hijos, quien nadó unas seis horas hasta llegar a la playa.
Ramón Liriano, tío de una de un joven de 24 años que salió en el viaje, merodeaba el hospital para ver si lo identificaba entre uno de los cadáveres. Una que sí encontró a su madre en la morgue fue Yamilca Ortiz, hija de Miriam Ortiz Brito, de 41 años.
En cambio, en San Francisco de Macorís, de donde provenía una gran parte de los yoleros, la desolación se apoderó ayer de una misma calle en la que hoy velan a 10 fallecidos. En la residencia de la familia Ramírez gritan desconsoladamente a tres de sus parientes.
Según testimonio que los organismos de rescate consiguieron con los sobrevivientes, muchos de los viajeros procedían de Vista al Valle, Los Chiripos, Barrio Grullón y El Madrigal, en este municipio de la provincia Duarte.
La búsqueda continuó ayer y se detuvo al llegar la noche, con participación de la Marina de Guerra, la Defensa Civil y el cuerpo de bomberos de Sabana de la Mar, un helicóptero del Servicio de Guarda Costas de Estados Unidos y pescadores voluntarios de la zona.
El capitán de navío Héctor Ramón Méndez, del Comando Naval Este de la Marina, manifestó a elCaribe que la institución tiene en la zona un guardacostas, dos lanchas rápidas y dos de rescate, además de las seis yolas de pescadores a las que les suministra el combustible.
Los pescadores hicieron el primer rescate
Según la Marina de Guerra, la embarcación zozobró antes del mediodía del sábado y los primeros en enterarse de la tragedia fueron pescadores que encontraron a uno de los sobrevivientes.
El rescatado informó que había más personas en el agua. El supervisor de inteligencia de la zona reportó el hecho a la Marina a las 12:10 de la tarde.
El grupo partió del río Barracote, de Sánchez, provincia Samaná, según indagó la Defensa Civil. Sin embargo, “en cuanto a los detalles del punto de partida y cantidad de personas a bordo (...) aún se investigan las diversas versiones, ya que los detalles suministrados por los mismos sobrevivientes son contradictorios”, dijo la Marina en un comunicado.
El procurador general Ra-dhamés Jiménez instruyó a los fiscales de Samaná y Hato Mayor, Robert Justo y Manuel Santana, para que encabecen las investigaciones y den con los organizadores del viaje.
El rescatado informó que había más personas en el agua. El supervisor de inteligencia de la zona reportó el hecho a la Marina a las 12:10 de la tarde.
El grupo partió del río Barracote, de Sánchez, provincia Samaná, según indagó la Defensa Civil. Sin embargo, “en cuanto a los detalles del punto de partida y cantidad de personas a bordo (...) aún se investigan las diversas versiones, ya que los detalles suministrados por los mismos sobrevivientes son contradictorios”, dijo la Marina en un comunicado.
El procurador general Ra-dhamés Jiménez instruyó a los fiscales de Samaná y Hato Mayor, Robert Justo y Manuel Santana, para que encabecen las investigaciones y den con los organizadores del viaje.
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