SANTO DOMINGO, (AFP) - Danilo Medina, del liberal Partido de la Liberación Dominicana (PLD, en el poder), es considerado un estratega de hablar técnico y pausado, que quiere seguir la obra económica y social del presidente saliente, Leonel Fernández, con la frescura de quien no ha ejercido el poder.
Medina, de 60 años, es químico y economista, discreto y familiar, que fue clave en el crecimiento del PLD --al que pertenece desde su fundación en 1973-- y que desde muy joven ejerció cargos políticos, primero como diputado (1986-1998) y luego como ministro de la Presidencia (1996-2000 y 2004-2006).
Si gana las elecciones presidenciales, cuya primera vuelta se celebra el domingo, quiere seguir con "muchísimos" planes de Fernández, principalmente en el ámbito económico, en el que buscará "mantener la estabilidad macroeconómica, el tipo de cambio y el clima de confianza en las inversiones", dijo recientemente a la prensa.
Además, bajo el lema "Continuar lo que está bien, hacer lo que nunca se ha hecho", quiere "mantener la línea de ir en ayuda de los sectores menos pudientes del país a través de programas" sociales que le han dado popularidad al gobierno actual y que buscan mejorar el nivel educativo, la salud y la alimentación de los más pobres.
Aunque no tan popular y carismático como el presidente saliente o la actual primera dama, Margarita Cedeño, que le acompañará en la justa electoral como candidata a la vicepresidencia, Medina tiene la ventaja de no haber sido antes presidente, lo que genera expectativa entre el electorado.
Pero que no haya ejercido la presidencia no significa que no lo haya intentado: en 2000 fue candidato del PLD --pero perdió ante su actual contendor, Hipólito Mejía (del Partido Revolucionario Dominicano, socialdemócrata)--, y en 2008 buscó nuevamente el nombramiento de su partido, pero fue derrotado en las primarias por Fernández.
"Una de las fortalezas de Medina es la constancia que ha tenido en su búsqueda de la presidencia y otro de sus fuertes es que es la persona a la que se le atribuye la visión estratégica del partido, la persona que ayudó al PLD a crecer", dice a la AFP la antropóloga social Thaira Vargas.
"Es un estratega, y eso le ayuda a tener una buena imagen en los sectores medios y altos, que forman parte de los apoyos tradicionales de su partido, mientras obtiene la simpatía de los más pobres gracias a los programas sociales del oficialismo", añade Vargas, que ha conducido investigaciones para la ONU, la Universidad Iberoamericana y otros entes.
Sus detractores le reprochan por otro lado falta de liderazgo, viendo en la candidatura de Cedeño un intento del PLD para reforzar su figura. También lo han tildado de simple continuista, por lo que en la fase final de la campaña adoptó un nuevo eslogan, "Por un cambio seguro", tratando de distanciarse del presidente saliente.
Medina, casado desde 1987 con Cándida Montilla y padre de tres hijas, se caracteriza además por tener un "carácter austero" tanto en su vida pública como privada, según se lee en su perfil oficial, que también destaca que es de "principios firmes" y "flexible" en la aplicación de medidas.
"Una de las cosas buenas que tiene mi marido es que cuando va a tomar una decisión nunca improvisa, siempre le lleva años madurar la idea", dice a la prensa Montilla, que de llegar a ser primera dama quiere tener un "papel de gerencia social" para ayudar "a los más vulnerables".
Medina, que dentro de su partido ha sido vicesecretario de organización y miembro de los comités Político y Central, también fue jefe de campaña de Fernández en 1996 y 2004, así como coordinador del PLD para las legislativas y municipales de 1994 y 1998.
De convertirse en presidente, asegura que impulsará una "sociedad que brinde oportunidades para todos, con un mercado interno fuerte para elevar la capacidad de compra de los ciudadanos y más empleos formales", basándose en la educación, la salud y el empleo como ejes principales.DE AFP
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